El papa Francisco quiere hacer revivir a la «cansada» Europa - 800Noticias
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CIUDAD DEL VATICANO (AFP) – El papa Francisco, el papa «del fin del mundo», que ha recibido reproches de haber descuidado Europa, esbozó en los últimos días su visión del «cansado» continente, donde visitará próximamente Albania, uno de los países más marginados.

«Europa está cansada. Ha renegado de sus raíces y tenemos que ayudarla a encontrarlas», dijo el domingo ante la comunidad de San Egidio, tras escuchar las dificultades de una mujer de 90 años, un parado de 28 años, un gitano y un refugiado afgano.

Desde su elección en marzo de 2013, el pontífice argentino ha hablado poco de Europa y de sus raíces cristianas, contrariamente a su predecesor alemán Benedicto XVI, que estaba obsesionado por el olvido de la historia cristiana en el Viejo Continente.

En el avión que lo trajo de Jerusalén, al día siguiente de las elecciones europeas, el papa reconoció que no había tenido tiempo de informarse sobre los resultados.

Jorge Bergoglio dio la impresión a los europeos — entre ellos a sus obispos, mayoritarios en la iglesia en relación a otros continentes– que Europa había pasado a segundo plano por detrás del Nuevo Mundo.

Sin embargo, tras su gira por Oriente Medio, ha hablado de Europa al menos cinco veces.

Aunque ha sido invitado por varios jefes de Estado y de Gobierno europeos, no había programado ningún viaje por el Viejo Continente, ni siquiera a las instituciones europeas, pero acaba de anunciar que viajará a Albania en septiembre.

Una decisión muy pensada, como todo lo que hace Jorge Bergoglio.

El papa irá a Tirana para «encontrar la periferia», dijo su portavoz, el padre Federico Lombardi. Es un país muy pobre, de emigración, candidato a la Unión Europea y que ha sufrido la peor persecución religiosa.

El régimen comunista de Enver Hodja llegó a proclamar la pequeña república de «único país ateo en el mundo». Hoy, la religión renace, incluso el culto católico, en este país de mayoría musulmana, de donde procedían los padres de la madre Teresa de Calculta.

El papa quiere que Europa sea una tierra de acogida, que se oponga a la xenofobia. Calificó de «nuevos europeos» a los inmigrantes, como ya los defendió en julio de 2013 en la isla italiana de Lampedusa. Recibir y aprender a conocer a los inmigrantes «nos rejuvenece», dijo el domingo.

Según Sébastien Maillard, vaticanista, especialista de Europa para el diario La Croix y autor del libro «¿Qué hemos hecho con Europa?», «Francisco quiere despertar a Europa, mostrándole que recuperará sus raíces al abrirse a los demás, y no replegándose en su identidad».

El papa habló de la «cultura del descarte» que afecta, según él, a Europa.

«No hay más que pensar en la tasa de natalidad en Europa», dijo antes de hablar del rechazo a las personas mayores «con estas actitudes que esconden una eutanasia encubierta».

«La crisis es tan grande que también rechazamos a los jóvenes. No hay más que recordar que hay 75 millones de jóvenes menores de 25 años que no tienen trabajo ni formación. Esto ocurre actualmente en esta Europa cansada», lamentó.

Aunque desde hace año y medio no para de hablar de la crisis de la familia, en cambio, Francisco casi no habla de asuntos delicados como el matrimonio entre personas del mismo sexo.

En una reciente entrevista al diario catalán La Vanguardia, lanzó una advertencia a los europeos contra cualquier tentación de repliegue o separatismo: «Toda división me preocupa», dijo.

«Hay que estudiar caso por caso. Escocia, Padania, Cataluña. Habrá casos que serán justos y casos que no serán justos, pero la secesión de una nación sin un antecedente de unidad forzosa hay que tomarla con muchas pinzas», reflexionó.

 

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