Recaudan más de 100.000 dólares para ciclista que hizo gesto obsceno a caravana de Trump - 800Noticias
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La resistencia a Donald Trump se inició un día antes de que tomara posesión en Washington el 20 de enero de 2017. Desde entonces son numerosas las muestras de que ese movimiento sigue vivo y en muy diferentes formas. Entre ellas, hacer donativos a Juli Briskman, que fue obligada a dimitir de su trabajo a finales de octubre por ejercer su derecho a la libertad de expresión con su dedo y que ya cuenta con más de 100.000 euros.

El 31 de octubre informó a la compañía en la que trabajaba, Akiman, que ella era la ciclista que había hecho una ‘peineta’ a la comitiva presidencial de Trump cuando se cruzó con la hilera de autos en Sterling (Virginia) dos días antes. En la foto de la escena que parecía estar en todas partes por obra de las redes sociales, Briskman aparecía de espaldas. Akiman adujo que la empleada había violado la política de la empresa -al no ajustarse a los estándares éticos- que se espera de sus empleados.

«Nunca imaginé que mi ‘peineta’ a la comitiva presidencial me pudiera costar mi trabajo», escribió Briskman hace unos días en la página de Go Fund Me, donde Rob Mello puso en marcha la campaña de recaudación de fondos con ella como beneficiaria porque es «una inspiración para todos nosotros».

En 10 días, más de 5.000 personas han puesto su granito de arena para que la ciclista popular y sus dos hijos -de 12 y 15 años- puedan mantenerse tras el controvertido despido. En conjunto han recaudado 114.000 dólares (96.877 euros), la mayoría procedente de aportaciones anónimas y de pequeña cuantía -entre 5 y 25 dólares-. «A través de vuestros generosos donativos, muchas de esas cargas más pesadas se han eliminado», escribía la beneficiaria para agradecer la ayuda de todos los donantes.

Este jueves, Briskman empezó a dar las gracias individualmente a los que estaban colaborando con ese fondo, que le servirá para pagar la hipoteca y el seguro médico de sus hijos (dos de los temas que más le preocupaban después del despido). «Estoy leyendo todos los mensajes y con algunos se me saltan las lágrimas», decía antes de hacer público uno de los comentarios que ha recibido.

«Soy un destinatario de DACA [La acción diferida para los hijos de inmigrantes indocumentados que han crecido en EEUU]. Gracias por tu acto de valentía. Alguien como usted puede hacer eso en cualquier momento. Alguien como yo nunca podría porque siempre estamos bajo el peligro de la deportación incluso por cosas menores», escribía un donante de cinco dólares.

Tras su despido, Briskman explicó en la cadena NBC, que su gesto fue una forma de expresar la «frustración» que siente por esta administración. Un arranque dactilar mientras los autos pasaban por la carretera del que no se arrepiente. Sin tener claro que le deparará el futuro, se comprometió a «ser una buena administradora de estos fondos».

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