Zidane sobre su esposa: “Me habría tirado desde un edificio para que me amase”
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Zinedine Zidane siempre se ha mostrado muy discreto a la hora de hablar de su vida privada. Sin embargo, hoy -día en el que el entrenador de fútbol cumple 48 años- se publica una nueva biografía (Espasa) escrita por el periodista Frédéric Hermel, corresponsal en Madrid de ‘L’Équipe’ y de la radio RMC, en la que deja a un lado su carrera profesional para centrarse en la parte más familiar.
En el relato, la estrella del Real Madrid se sincera sobre su matrimonio con Véronique, su esposa. «Se cruzaron por primera vez en 1989, en la cafetería de la residencia de jóvenes trabajadores donde los dos vivían. Véronique tenía 18 años y seguía clases de danza en la escuela Rosella Hightower. Zinédine tenía 17 y se preparaba en el centro de formación de la AS Cannes», comienza diciendo. «Cuando la conocí, me habría tirado desde lo alto de un edificio. Por ella, para que me amase…», le dijo el futbolista a Hermel en 2006. «Sin Véronique, Zidane nunca habría sido Zidane. Cualquiera que haya frecuentado mínimamente a la estrella es consciente de ello», asegura el periodista.
Y es que Véronique lleva al lado del exfutbolista toda la vida. Ambos han crecido juntos tanto en lo personal como en lo profesional. La pareja se conoció cuando ella acababa de cumplir la mayoría de edad y desde entonces no se han separado. Se casaron en 1994, su relación discreta se fraguó a fuego lento, tal vez por la timidez de Zinedine Zidane. Uno de los futbolistas más reservados y enigmáticos del panorama nacional e internacional, pocas veces ha protagonizado noticias en los medios del corazón. Celoso de su intimidad, Zidane junto a Verónique, ha formado una sólida familia.
«Fue un flechazo, como un cuento de hadas, pero fue también y desde el principio una relación honesta, una relación normal. Me casé con él, es y será para siempre el hombre de mi vida. Si se le hubiera subido a la cabeza, hace tiempo que lo habría dejado. ¡Ah, no! ¡Eso sí que no! Ya lo sabes», confiesa Véronique. «Mientras yo esté aquí, no hay riesgo de que eso ocurra. No es marca de la casa».
ABC