Vlahovic volvió a sonreír en goleada de la Juventus
800 Noticias | EFE
Si la «Juve» tiene algún tipo de opción de darle la vuelta a esta fatídica temporada, por remota que sea, pasa por la versión que exhibió este martes el serbio Dusan Vlahovic, una clase magistral de lo que tiene que ser un ‘nueve’: Dos goles, una asistencia y una sonrisa que, inevitablemente, hace creer a la afición blanquinegra.
Por fin ha llegado una buena nueva a Turín, en el momento que más lo necesitaba y con la confirmación de que Vlahovic, que no marcaba desde el pasado 21 de octubre, está de vuelta. No han sido meses fáciles para el ariete serbio, que por culpa de las lesiones no pudo estar al máximo en el pasado Mundial de Catar 2022 y que se llegó a perder diez partidos seguidos oficiales con la «Vecchia Signora».
En su retorno progresivo al verde no marcó. Se le notaba preocupado. Este martes, Dusan se quitó esa espina del gol, descorchó la botella y dio un recital para golear al Salernitana, un rival directo en un partido clave por la posición.
Convirtió desde los once metros el penalti que provocó su compañero Miretti. Ajustado, rozando el palo, pero evitando la estirada de un Ochoa que adivinó la trayectoria, Vlahovic puso el primero a los 16 minutos.
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La «Juve» fue muy superior todo el partido. Locatelli y Rabiot se hicieron dueños del centro del campo; Di María volvió a jugar libre por el campo, haciendo y deshaciendo a su antojo, generando superioridades en los costados y dudas entre líneas; y Vlahovic fue, sencillamente, un peligro constante.
Tanto que, tras gozar de varias ocasiones, incluso generó de casualidad el gol de su compatriota Kostic. Le quedó el balón en el aire a Vlahovic, que aún así intentó el remate a puerta en una posición incómoda que provocó que su disparo saliera desviado, algo que aprovechó Kostic para adelantarse a la defensa y poner tierra de por medio al borde del descanso.
No sació su hambre el máximo goleador de la «Juve» y en el minuto 47, en la primera ocasión nada más salir del vestuarios, hizo el tercero gracias a la asistencia de Fagioli, que aprovechando un error en salida de balón del conjunto local dejó a su compañero en un mano a mano contra Ochoa. De nuevo demostrando que ha recuperado la confianza, definió sin titubear. Sentenció el partido en tres acciones.
Di María estuvo cerca de poner el cuarto en el marcador, pero el travesaño le negó lo que hubiera sido un golazo, y Kean hizo lo propio pero esta vez fue el palo el que evitó la diana, dejando todo el protagonismo a Vlahovic, que se marchó sustituido a falta de 10 minutos. Allegri, viendo el partido resuelto, le quitó para evitar complicaciones pensando en el partido de la próxima jornada ante el Fiorentina, precisamente el exequipo del serbio, que le tiene cierto rencor por haber cambiado el color violeta por el blanquinegro.
El dominio del Juventus fue absoluto e incontestable. Controló en todo momento el partido, lo que confirmó las buenas sensaciones del choque ante el Lazio en Copa y redimió al conjunto de Allegri de la derrota ante el Monza. La «Juve» se coloca décima, tres puntos del octavo puesto, pero a doce de los puestos europeos. La buena noticia es que Vlahovic vuelve a sonreir.
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