VISITA PAPAL | Este lunes Francisco llega a Chile
Agencias
Más de 11 millones de pesos se han invertido en la visita papal que inicia mañana. Hay opiniones encontradas en el país latinoamericano.
Santiago es una olla de presión. La visita del papa Francisco a Chile este lunes es esperada con entusiasmo y fe por muchos, pero otros la ven como un despilfarro de dinero en una época en la que dicen “no se está para gastar”.
Las calles de la capital chilena, en especial las del centro de la ciudad donde se encuentra el casco histórico, el Palacio de Gobierno, gran parte del comercio y la Catedral son un contraste.
Por un lado quienes esperan que el Pontífice argentino llegue con un mensaje de esperanza en la transición de mando de gobierno entre la presidenta Michelle Bachelet y el recién electoSebastián Piñera, y es que aunque hace cuatro años fue similar el cambio de mando, para los chilenos la situación es diferente. Por el otro, quienes adversan su visita alegando un excesivo gasto para su recepción.
Pancartas se lucen en todas las iglesias de Santiago dando la bienvenida al papa Francisco, quien mañana cumplirá con su visita oficial a la nación austral y la tercera a suelo suramericano. En las cercanías al Palacio de la Moneda se ensaya el dispositivo de seguridad que se desplegará durante su estancia en Chile, que está prevista hasta el jueves, cuando partirá a Perú.
Gabriela Echevarria, quien caminaba por los alrededores de la Alameda, calle que pasa frente a La Moneda, no dudó en decir que la llegada de Francisco brindará aliento a los habitantes de una ciudad que a su juicio “necesita oxígeno”.
“Santiago ha crecido mucho en los últimos años y eso ha traído problemas. No solo económicos, sino morales y de valores que se han perdido. Yo creo que su llegada permitirá rescatar un poco todo lo que se ha perdido”, aseguró Echevarria, quien destacó que asistirá, a una de las misas que se oficiarán.
Aunque no existen datos exactos se estima que en Chile, en los últimos 10 años, la cifra de católicos descendió, lo que ha llevado a la Iglesia a plantearse el reto de hacer regresar a sus feligreses y Francisco tendrá la tarea de sentar las bases para que luego las autoridades de la Iglesia en el país sigan con el reencuentro con su feligresía.
“La Iglesia está encerrada. No salen al encuentro con la gente, que es algo que están haciendo otras religiones. Yo soy católica, pero hay fallas y siento que eso lo ve el Papa y por eso viene a nuestro encuentro. Él viene a traernos la palabra de Jesús y nosotros vamos a recibirla”, siguió Echevaria.
Para ella la visita papal sentará un precedente en la historia, puesto que podrá determinar en gran proporción el rumbo de la Iglesia católica en una nación que se ha convertido en un epicentro económico y migratorio de América Latina.
Mientras ella realiza algunas compras, a las afueras de la Catedral, donde Francisco sostendrá algunas reuniones, miembros de otras iglesias critican su llegada y acusan al Gobierno nacional de “desbaratar los recursos”.
Sobre su visita a Chile, Francisco, quien es el segundo papa que visita el país, dijo que llegará para llevar un mensaje de paz, a una nación que por estar cercana a su natal Argentina conoce desde hace mucho tiempo.
Ayer, el director de la sala de prensa de la Santa Sede, Greg Burke, informó que el Papa fue a la Basílica de Santa María la Mayor para encomendar a la Virgen su viaje a Chile y Perú.
L’Osservatore Romano indicó que el Pontífice puso un ramo de flores ante la imagen de la Protectora del Pueblo Romano, advocación mariana ante la que acostumbra rezar antes y después de realizar un viaje internacional.