Menos de tres años más tarde, Senzatela pertenece a una rotación de Grandes Ligas y por lo que ha demostrado hasta ahora parece que está allí para quedarse con los Rockies de Colorado, usualmente hambrientos de buen pitcheo.

«Primero que nada dispone del talento, el material», elogió el manager de los Rockies, Bud Black. «Tiene buena recta. Sus envíos secundarios, la slider y el cambio, ya vienen por allí, solo necesita trabajar en ellos».

«Lo que realmente nos gusta es su competitividad», reforzó el otrora lanzador zurdo. «Tiene buen latido de corazón, buen pulso. Mientras avanza el juego, por bien cerrado que sea, tiene la tendencia a subir su nivel de pitcheo. Dispone del sentido para poner el extra cuando hace falta».

«Creo que (el domingo) exhibió su mejor calidad entre los pitcheos 60 y 90, esa es una buena señal para un hombre tan joven», acentuó Black.

Varias de las características de Senzatela, cuyo apellido es de origen italiano por herencia de uno de sus abuelos, fueron observadas por la fanaticada en San Francisco, en una tarde dominical bien fría y lluviosa que se hizo bien difícil para los lanzadores.

El veterano Jeff Samardzija, abridor de los Gigantes, fue sacudido por tres carreras en la propia entrada inicial, pero los anfitriones hicieron lo propio con Senzatela.

Cualquier otro lanzador tan joven pudo haberse derretido como la mantequilla al contacto de un cuchillo caliente, pero Senzatela se las ingenió para maniatar en blanco a los Gigantes en los siguientes seis episodios en camino a una victoria de los Rockies por 4-3.

El triunfo de Senzatela, que de esa manera quedó con registro de 2-0 y efectividad de 2.37 luego de sus primeras tres aperturas en la meca de la pelota, le permitió a los Rockies ganar la primera serie de cuatro juegos de su historia en el AT&T Park.

«Le vi tirar la mejor curva que le he observado, incluyendo en los entrenamientos primaverales», admiró Black, ex piloto de los Padres de San Diego.

Ese punto de vista de Black no es exclusivo del estratega de los Rockies. Es compartido por Tony Wolters, quien fuera el receptor del venezolano en aquella tarde pasada por agua en San Francisco.

«Es agresivo, pero a la vez sabe controlar sus emociones», comentó Wolters. «Trabaja duro y va a seguir mejorando y mejorando».

Empeño y disciplina

Por su parte, Senzatela sabe que le sonríe el porvenir, pero también está convencido de que la clave para el éxito es el trabajo duro.

«Cada vez que hago bullpen trabajo en mis envíos rompientes, porque sé que de verdad los necesito», reveló Senzatela. «Hoy (el domingo) estuvieron muy buenos, gracias a Dios y me ayudaron cuando más me hicieron falta».

Las condiciones con las que tuvo que lidiar en San Francisco no fueron ajenas para Senzatela.

«Cuando estaba en Doble ‘A’, una vez lancé con más frío y lloviendo más duro», recordó Senzatela. «Creo que lo mejor que tengo son mi recta, mi comando y que me mantengo calmado siempre».

El veloz derecho venezolano considera que es bien importante para un lanzador joven tener un manager como Black, ganador de 121 juegos en la Gran Carpa y con enorme experiencia como timonel y ejecutivo.

«Lo ayuda mucho a uno en las situaciones de juego. Le da a uno mucha información. Me gustaría mejorar mi cambio y mi slider. Me ayudaron mucho todos los instructores de pitcheo que tuve en las ligas menores, especialmente (el dominicano) Edison Lora», agradeció Senzatela.