+VIDEO | El adiós al niño Robert Redondo, víctima de la negligencia del régimen de Maduro
Mildred Manrique / 800 Noticias
En lo que va de 2019, han fallecido cinco niños pacientes de hematología del Hospital JM de los Ríos, dos de ellos, por falta de trasplantes y unidades de terapia intensiva. Robert Eduardo Redondo Labrador, de escasos 7 años, es la más reciente víctima.
Robert perdió la vida este jueves 24 de mayo, a las 8:00 de la mañana por un paro respiratorio, como señala su acta de defunción.
Hace dos años, el niño fue diagnosticado leucemia linfoblástica aguda. Desde entonces estuvo recluido en el servicio de oncología del comúnmente conocido como Hospital de niños.
Tras recibir el tratamiento de quimioterapia, cuando ya estaba por finalizar el ciclo, su salud empeoró ante la necesidad de requerir de manera inminente una nueva médula ósea.
Su madre, Geraldine Labrador de 27 años, proveniente de una familia muy humilde, se dedicó en cuerpo y alma a su hijo. Robert, estaba entre los 30 niños listados con carácter de urgencia para trasplante, de la ayuda que brinda una subsidiaria de Petróleos de Venezuela (Pdvsa), según convenio que tenían con Italia hasta el año 1 de junio de 2018, cuando suspendieron los trámites.
Hugo Chávez, en cadena nacional de radio y televisión en el año 2006, criticó que en Venezuela no se realizarán trasplantes para los niños y exigió a su Gabinete en ese entonces, hacer los trámites para hacerlo y fue entonces cuando se realizaron los convenios con diversas organizaciones sin fines de lucro de Italia, uno de los países que cuentan con la mayor cantidad de recintos clínicos que realizan trasplantes con mucho éxito.
Pero Robert lamentablemente no pudo llegar a ser trasplantado. La negligencia del régimen de Nicolás Maduro, tal y como lo señaló la madre del niño, asesinó a su hijo.
Geraldine rechazó que Jorge Arreaza y Delcy Rodríguez mencionaran a su hijo en redes sociales y responsabilizaran de esta desgracia a los Estados Unidos y al supuesto bloqueo económico, cuando la crisis país no sólo afecta la salud de los venezolanos sino que además, es casi imposible velar y enterrar a un ser querido, como le ocurrió a esta familia con el deceso del pequeño.
Afortunadamente, y gracias a una campaña en redes sociales, se logró recaudar ayuda para comprar la urna de Robert y poder enterrarlo. En Venezuela se necesitan al menos 1000 dólares para dar sepultura a un familiar.
Robert dio todo lo que pudo. De grande, decía que quería ser bombero cuando creciera para ayudar a la gente. También le gustaba el reguetón.
Se espera que su muerte no sea en vano y sea el último niño cuya muerte pudo haber sido evitada tan solo con arreglar un par de documentos y gastar mucho menos en uniformes militares.