+VIDEO |Diego Alves, el «Para Penales»
EFE
Jugadores como Leo Messi, Cristiano Ronaldo o Frederic Kanouté en su momento y Alexander Szymanovski, Antoine Griezmann y Gabi Fernández en los dos últimos partidos, se han visto sometidos al control remoto de Diego Alves, el portero capaz de «hipnotizar» a sus rivales a once metros de distancia.
El guardameta brasileño del Valencia no solo ha batido el récord de penaltis detenidos en el campeonato (19 en los 41 lanzamientos recibidos entre el Almería y su actual club), sino que lo ha hecho ante los mejores especialistas de la Liga y ha concentrado sus tres paradas más recientes en los últimos 180 minutos de juego.
La de hace una semana en Leganés contribuyó al triunfo del Valencia (1-2), mientras que los dos penaltis detenidos este domingo ante el Atlético de Madrid en Mestalla no impidieron la derrota de su equipo por 0-2.
«Habría cambiado los penaltis parados por la victoria. Estas paradas son solo números», afirmo el internacional brasileño tras la derrota frente al Atlético de Madrid.
En cualquier caso, si el Valencia hubiera ganado el encuentro no se habría hablado de Alves tanto como se ha hecho tras la detención de sus últimos penaltis, en especial de los que le lanzó el equipo madrileño. Habría sido uno más, pero no la estrella de su equipo.
Desde hace algún tiempo, en el momento en el que se pita un penalti contra el Valencia se respira en el ambiente que las posibilidades de que la jugada no acabe en gol están lejos de depender de la casualidad.
Así es a pesar de que por este club han pasado grandes especialistas en este lance como el asturiano Abelardo González hace cinco décadas y más recientemente Andoni Zubizarreta, Santiago Cañizares o Andrés Palop.
«Es un honor que se me haya comparado con Zubizarreta», afirmó recientemente el portero del Valencia en alusión al guardameta de la selección española cuyo récord acaba de superar.
En cualquier caso, ninguno de ellos ha transmitido en Valencia tanta seguridad en estos lanzamientos como Alves, quien se cita con el rival responsable del disparo como parte de una ceremonia sujeta a un protocolo bien definido.
Da la impresión de que en el momento en el que conoce quien va ser el lanzador empieza su ritual de intimidación y para ello se le acerca antes de que coloque el balón para lanzar, le habla y le mantiene fija la mirada.
Solo tras esas palabras se sitúa sobre la línea de meta. Da la impresión de que para entonces ya ha transmitido la energía negativa al rival y la imposibilidad de conseguir el gol.
Es como si mentalmente le hubiera transmitido al lanzador donde quería que le pusiera el balón. Griezmann lanzó a su derecha a media altura y Alves lo desvió. Gabi lo hizo raso a su izquierda. El portero repitió.
Estas paradas han dejado de ser anecdóticas. El penalti es un lance poco usual en el fútbol y los porcentajes de transformación son altísimos. Menos frecuente es que se produzcan dos penas máximas en un partido y las probabilidades de que se piten a favor del mismo equipo todavía son más reducidas.
Por eso, parar dos lanzamientos por parte de un mismo portero es una gesta sin apenas precedentes, aunque menos precedentes tiene haberlos parado frente a lanzadores de primer nivel internacional.
Al margen de los dos penaltis parados a Cristiano Ronaldo (Real Madrid), Kanouté (Sevilla) o Messi (Barcelona), a éste ultimo en Copa del Rey, y los recientemente detenidos a Szymanowski, Griezmann o Gabi, entre los «hipnotizados» por Alves se encuentran muchos especialistas en estos lanzamientos.
Es el caso, entre otros, de Llorente y San José (Athletic de Bilbao), Diego Costa (Atlético de Madrid), Rakitic y Bacca (Sevilla) y su actual compañero Siqueira (Atlético de Madrid).