Víctor David Díaz dice Adios al tabloncillo - 800Noticias
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«Todo tiene su final», así decía la canción del desaparecido Héctor Lavoe y que recordó ayer Víctor David Díaz al hablar sobre su último partido como jugador en la Liga Profesional de Baloncesto. La carrera del alero no duró para siempre y el propio ex jugador se encargó de recordar que no existe eternidad, aunque al repasar su hoja de vida de 28 temporadas, pareciera que fuese infinita. Ayer, Díaz jugó su último encuentro cuando Gaiteros del Zulia se midió a Gigantes de Guayana. Se dice que la suerte acompaña a los grandes y también los hechos mágicos.

El eterno número 4 de la Selección Nacional tuvo que retirarse, un 4 de mayo, no porque él lo decidió así, solamente estaba escrito que la temporada regular del último año de Víctor David, tenía su fin en el referido digito. Coincidencia o casualidad. «Siempre he utilizado el número 4, es el de mi suerte, lo utilice durante toda mi carrera y de verdad me parece algo curioso retirarme en una fecha como esta», manifestó el ex jugador de Panteras de Miranda.

Desde sus primeros días en el baloncesto, Díaz siempre estuvo rodeado de los mejores jugadores de Venezuela. Sus primeros pasos en el baloncesto profesional fue en el año 1987 y tres calendarios después, formó parte del equipo nacional que se coronó campeón en el Suramericano de Valencia. En 1992, rápidamente alcanzó la cúspide al formar parte de los Héroes de Pórtland, y jugar contra la primera edición del equipo soñado con Michel Jordan, Magic Johnson, entre otras leyendes de la NBA. «Fui como una esponja, aprendí parte del talento de Gabriel Estaba y de Yvan Olívares, y tomé el ejemplo de la disciplina de trabajo de Sam Sheppard», recordó Díaz.

Tras 28 años en el circuito profesional, el jugador que formó parte de la plantilla de Cocodrilos en el campeonato de 2008, posee numerosos récords ofensivos, entre ellos, es dueño de la marca de más puntos en la liga, con una cifra superior a los 19 mil contables. No obstante, el histórico vinotinto no quiere ser recordado por sus estadísticas. «Quiero que la gente me recuerde por ser un jugador que no tenía los atributos para jugar el baloncesto, pero debido al trabajo, a la constancia, pude dominar el juego. He conocido a muchos jugadores que tienen un talento nato, pero no tienen el amor que yo le tengo a la disciplina» esbozó el alero.

«Vamos a estar claro, yo no era un enano, pero no era el más atlético ni el más rápido, pero aún así, pude ser mejor que muchos», sentenció Díaz. Llegó el final de la carrera activa de Díaz, haciendo nuevamente una analogía con las canciones de Héctor Lavoe, pero ahora debido a su vasta experiencia, tiene la oportunidad de dar mil «consejos de oro» que crecerán bajo los cuentos de la leyenda del número 4.

Fuente: El Nacional

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