Vender agua bendita, el pecado que es negocio en EEUU
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Vender el agua bendita, bajo cualquier concepto, es un pecado llamado «simonía» y algunos sacerdotes a lo largo de la historia han incurrido en él, pero en países como Estados Unidos, donde la economía permite poner al alcance de los consumidores cuanto artículo pueda imaginarse, hoy en día se comercializa como un producto más.
Tal es el caso de la cadena de farmacias CVS, donde los frascos de un producto llamado «Holy Water» se consigue en venta por $1,99. También se ofrece un producto denominado «St. Claire Water, (Agua de Santa Clara)».
Pero si nos vamos más allá, los usuarios asiduos a las compras en la famosa plataforma de Amazon pueden adquirir una fina botella con «Agua bendita del Rio Jordán, en Tierra Santa», por $19.80, incluso se ofrecen otras versiones del «producto» sagrado.
La «simonía» se refiere a la acción o intención de negociar con cosas espirituales, como los sacramentos o los cargos eclesiásticos, y es considerado un pecado contra el primer mandamiento.
Cabe recordar que, el objetivo de bendecir es recordar la bondad de Dios, no volver al objeto una especie de talismán. El agua bendita es un sacramental que nos recuerda el Bautismo, la gracia y el perdón de los pecados.
Es costumbre en las familias cristianas tener un benditero, normalmente junto a la cama, para imponernos agua bendita antes de acostarnos y al levantarnos.
Toca a los fieles evitar caer en este abuso pensando que es mejor la de un templo que la de otros, o permitir que sea comercializada como un producto más en establecimientos.