Lage asegura quinto boleto de Venezuela a Tokio 2020
COV
Tras nueve regatas, el valenciano de 28 años de edad, cerró en la cuarta casilla con 28 puntos. En la primera y segunda regata lideró la clase FINN de la vela. En la tercera culminó de segundo, durante la cuarta terminó en la quinta casilla, seguido de un cuarto y sexto lugar. En el último día de competencia, Lage alcanzó el cupo olímpico tras ubicarse de sexto, tercero y séptimo, por encima de Chile y Brasil.
“Estamos felices de anunciar que Andrés Lage sumó un cupo para nuestra delegación. Él es ejemplo de constancia y sacrificio. La vela se une al viaje de Tokio. Seguimos con nuestros atletas en ruta”, expresó el presidente del Comité Olímpico Venezolano (COV), Prof. Eduardo Álvarez.
El timonel que es Ironman
Lage radica en España desde el 2015, lugar que define como su lugar de aprendizaje. “Estar en Europa me ha enseñado lo duro que es vivir lejos de casa. Muchas veces las personas creen que todo es color de rosa y no es para nada así. No conoces a nadie, no tienes contacto de nada, un clima adverso, empezar de cero sin nada, es duro, pero como dicen, lo que no te mata, te hace más fuerte”, expresó.
Andrés es hijo único. Su pasión con el mar y los barcos empezó desde pequeño y define a la vela como su vida: “con ella todo, sin ella nada”.
Entre sus logros destaca el 8vo lugar en la Copa del Mundo Génova 2019, también su clasificación a la final del Mundial en Marsella, donde los mejores 12 del mundo compitieron.
Lage no solo resalta en vela, también lo ha hecho en triatlón, donde consiguió el segundo lugar en el Ironman de Hawaii. Además en el 2016 se convirtió en el más joven en hacer 2 Ironman Distance en siete días.
“Una vida no es suficiente para agradecerle a mis seres queridos que estuvieron conmigo durante este camino, y en los días más duros me dieron ánimos. Esta es mi forma de retribuirle a la vida lo que me ha dado”.
Un sueño cumplido
El camino a Tokio no ha sido fácil, así lo explica, pero nunca se detuvo. “Me he gestionado todo. Esto lo estuve persiguiendo toda mi vida. Comenzar de menos que cero, seguir persiguiendo el sueño olímpico y lograrlo es lo que deseaba”.
Su mensaje es claro: no hay que detenerse ante las adversidades. “No importa qué, hay que seguir adelante. Hay que seguir. Cuando se quiere, se puede”, puntualiza.
Con este cupo, es la segunda vez en la historia de la vela venezolana que se clasifica en la clase FINN, la primera fue en Beijing 2008 con Johnny Bilbao.