Usain Bolt, el salvador de un atletismo malherido
Pékin, China | AFP | Usain Bolt representa el lado dulce del atletismo. Tras semanas en que el dopaje se hizo protagonista absoluto de este deporte, apareció el jamaicano. Su hazaña del domingo en los 100 metros del Mundial de Pekín, cuando muchos le daban por muerto, además de agrandar aún más si cabe su leyenda, desvió la atención en la que se habían instalado los tramposos.
Una victoria del estadounidense Justin Gatlin, dos veces suspendido por dopaje y que purgó una pena de cinco años en total, habría avivado el debate sobre el atletismo limpio.
Gatlin, dominaba la disciplina en los dos últimos años, y aparecía como gran favorito para la victoria.
Cuando Thomas Bach, presidente del Comité Olímpico Internacional (COI), y Sebastian Coe, nuevo presidente de la Federación Internacional de Atletismo (IAAF) desde el próximo 1 de septiembre, vieron cruzar a Bolt la meta en primera posición de los 100 metros de Pekín, seguramente respiraron aliviados.
El protagonismo de los temas de dopaje en las últimas semanas ha eclipsado a la competición en sí misma.
A finales de julio, la televisión pública alemana ARD y el periódico The Sunday Times señalaban que una investigación había mostrado que un tercio de los medallistas mundiales y olímpicos entre 2001 y 2012 tenían valores sanguíneos anormales, es decir había indicios de dopaje.
Pocos minutos después de la victoria de Usain Bolt, el alemán Thomas Bach se apresuró a felicitar al jamaicano en las redes sociales.
«Enhorabuena a Usain Bolt por su histórica victoria», afirmó el presidente del Comité Olímpico Internacional. «Fue fantástico verlo ganar de nuevo en el Estadio del Nido del Pájaro», añadió.
Bach, partidario de suspensión de por vida para los tramposos, asistió a una final de 100 metros en la que casi la mitad, cuatro de los nueve finalistas, fueron condenados por dopaje: los estadounidenses Justin Gatlin, Tyson Gay y Mike Rodgers, y el jamaicano Asafa Powell.
– Silbidos a Gatlin –
Gatlin contó con algunos silbidos en el estadio en las serie de calificación del sábado, que casi desaparecieron en la final del domingo.
Bolt no quiso pronunciarse si el hecho de derrotar a un atleta como Gatlin, suspendido dos veces por dopaje y que purgó una pena de cinco años, le convertía en salvador del atletismo limpio.
«¿Soy el salvador del atletismo? No me corresponde a mí decirlo. Solo vine aquí para agrandar mi leyenda», explicó.
Al final, Bolt logró una nueva hazaña y por primera vez contra pronóstico se hizo con el oro con una marca de 9.79, una centésima menos que su rival Gatlin.
El jamaicano, debido a su envergadura de casi dos metros (1,96), nunca tiene buenas salidas, pero esta vez su reacción fue mejor que la de Gatlin y partió mejor que el norteamericano, lo que sin duda ayudó a que se colgara una nueva medalla de oro.
Bolt, a sus 29 años, mantiene los tres récords del mundo en 100 metros (9.58), en 200 metros (19.19) y en el relevo de 4×100 (36.84).
Su colección de medallas en grandes eventos será difícil de superar: triplete de 100, 200 y 4×100 en los Juegos de Pekín-2008 y Londres-2012, y en los Mundiales de Berlín-2009 y Moscú-2013. Además, en Daegu-2011 sumó dos oros (en 200 y 4×100), debido a que una salida falsa en 100 metros le impidió lograr el título.
En Pekín-2015 ha iniciado con buen pie su campaña en busca de un nuevo triplete.
Mientras todo son loas y parabienes para Bolt, la otra cara de la moneda es para Gatlin, que aparece como el malo de la película.
«No está enfadado, pero sí harto», afirmó Renaldo Nehemiah, el agente de Gatlin.
«Cuando has cumplido una suspensión por dopaje, normalmente tu carrera está terminada. Justin ha sido capaz de volver, ha probado que tiene un gran talento. Una suspensión de cuatro años de golpe normalmente arruina tu carrera y eso no ha pasado con él», insistió Nehemiah para defender a su protegido.
Gatlin, que llevaba 28 carreras invicto en los dos últimos años, antes de perder con Bolt el domingo, cuenta con la revancha en 200 metros.