Trump aún no está seguro de si Rusia interfirió en elecciones, dice su asesor
EFE
El nuevo director de comunicación de la Casa Blanca, Anthony Scaramucci, dijo hoy que el presidente de EE.UU., Donald Trump, aún no está convencido de que Rusia interfiriera en las elecciones del año pasado, y le preocupa que la investigación al respecto sea un intento de «deslegitimar» su victoria electoral.
En una tensa entrevista con la cadena de televisión CNN, Scaramucci aseguró que «alguien» le había dicho que, si los rusos hubieran interferido en las elecciones presidenciales de 2016, «no habría habido ninguna prueba al respecto», porque son muy buenos a la hora de ocultar sus nexos con ciberataques.
Presionado por el periodista, Scaramucci reconoció que fue el propio Trump quien le había dicho eso, a pesar de que la comunidad de inteligencia estadounidense concluyó hace meses que fue Rusia quien orquestó los ataques contra el partido demócrata en 2016.
«(Trump) Me llamó ayer desde el avión presidencial y me dijo, básicamente, ‘Quizá lo hicieron, quizá no lo hicieron'», aseguró Scaramucci, que fue nombrado este viernes como director de comunicación.
Según la Casa Blanca, durante el encuentro que ambos mantuvieron en Hamburgo a principios de julio, Trump presionó al presidente ruso, Vladímir Putin, sobre la posible injerencia rusa en las elecciones estadounidenses del año pasado y el ruso negó cualquier implicación.
Scaramucci dijo que a Trump le preocupaba «la posición de los medios de comunicación» sobre la supuesta injerencia rusa, porque parece que estén «sugiriendo» que esa interferencia va a «deslegitimar la victoria» del ahora mandatario sobre la candidata demócrata, Hillary Clinton.
En otra entrevista con la cadena Fox News, Scaramucci opinó que «la situación rusa está completamente sobredimensionada», y que la Casa Blanca quiere «rebajar las tensiones» al respecto.
Scaramucci también dijo a la CNN que la reunión que mantuvo en junio de 2016 el hijo de Trump, Donald Jr., con una abogada rusa con la esperanza de obtener información comprometedora sobre Clinton «no tuvo importancia» y ha sido sobredimensionada por los medios.