Tras una cirugía por cáncer el ejercicio ayuda al paciente en su recuperación - 800Noticias
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Salud

Nota de prensa

El ejercicio físico es clave para la prevención de diferentes tipos de cáncer, así como para la recuperación del paciente tras una intervención quirúrgica.

Oriana Brito, radioterapeuta oncóloga y promotora de salud de la Sociedad Anticancerosa de Venezuela, señaló que los beneficios más importantes de la actividad física tras una cirugía “son los psicológicos: las personas tienen más energía y mejor ánimo, están más calmados y menos ansiosos o deprimidos.

“El ejercicio incrementa la masa muscular y reduce la tensión arterial. También ayuda a enfrentar los efectos secundarios de la quimio y de la radioterapia, como son  los vómitos y las nauseas”, apuntó.

Explicó que antes de iniciar actividad física tras una intervención es necesario que el médico evalúe de forma profunda al paciente para asegurar una buena cicatrización. “En general se recomiendan entre 6 y 8 semanas de reposo tras la cirugía”, acotó.

Tipos de ejercicios para el paciente con cáncer

“El galeno determinará cuál es el ejercicio más idóneo, si caminar, hacer pesas u otra actividad, así como la rutina, la frecuencia y la intensidad”, manifestó.

Brito precisó que “no hay criterios fijos porque eso depende de cada caso y de cada paciente. Así, por ejemplo, si a la persona la operaron en una axila no puede hacer ejercicios de fuerza con ese brazo”.

Señaló que el médico “debe ajustar la actividad física  aunque sea leve”, y agregó que “si el paciente está acostumbrado a hacer ejercicio puede deprimirse por el reposo”.

Agregó que “hay muchos estudios que muestran que la actividad física disminuye la probabilidad de recaída en varios tipos de cáncer”.

¿Y en caso de radio y quimioterapia?

Brito indicó que en los casos de cáncer en que el tratamiento incluye radio o quimioterapia sí se pueden hacer ejercicios, “pero no tan fuertes”, porque esos tratamientos pueden producir más fatiga y cansancio, y una menor producción de hemoglobina y defensas más bajas.

“En el caso de la radioterapia, se trata de un tratamiento localizado solo para el órgano afectado.  Afecta la coloración de la piel, y a veces el sudor al hacer ejercicio puede causar ardor y dolor. Las personas bajo este tratamiento no pueden nadar, pero si pueden ir al gimnasio”.

 

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