¿Tienes al Espíritu Santo?, por María García de Fleury
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Pentecostés es fiesta, porque viene a nosotros el Espíritu Santo, pero, cuál es la señal de que el Espíritu Santo está en tu vida. La gente pregunta, qué quiere Dios de mí, cómo sé que estoy en el camino que Dios quiere. La solución está en la carta de San Pablo a los Gálatas, en el capítulo 5, versículo 22. San Pablo dice que hay 9 frutos del Espíritu Santo: Amor, Alegría, Paz, Paciencia, Bondad, Generosidad, Fidelidad, Mansedumbre y Dominio Propio.
El Espíritu Santo es el amor que conecta al Padre con el Hijo, si estás cosas están en tu vida entonces estás caminando por el camino del Espíritu Santo. El amor compartido entre padre e hijo es Espíritu Santo.
La salvación se trata de que el Padre envía a su Hijo para que podamos ser reunidos en el amor que Dios, el Padre y el Hijo comparten, lo cual indicamos cada vez que hacemos la señal de la cruz, nosotros, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
La señal de la cruz comienza en la frente, en la parte superior, bajamos hasta nuestro vientre, para indicar que desde lo alto Dios Padre envía a su Hijo para que baje hasta nosotros. Luego vamos de nuestro corazón, de izquierda a derecha, en señal de que podemos ser reunidos en el Espíritu Santo. De esto es lo que se trata ser cristiano, esta es la verdadera vida espiritual.
No puedes ver al Espíritu Santo porque es como el viento que sopla, pero lo conoces a través de las consecuencias, de los frutos de tener el Espíritu.
El primer fruto es el AMOR, el amor no es un sentimiento, es un acto de la voluntad que busca el bien del otro. El amor es salir del agujero negro del ego, del egoísmo y vivir para el otro. Si vives eso, estás viviendo en el Espíritu Santo.
El otro fruto es GOZO y PAZ, el gozo, la alegría siempre va acompañada de paz, de bienestar, es la conexión de lo más profundo de tu alma con Dios. Si estás conectado con Dios, sea lo que sea que estés viviendo en tu vida, estarás en paz.
Otro fruto del Espíritu Santo es la PACIENCIA, si tu vida se basa solo en ti mismo, quien venga a interrumpirte te molesta, te hace poner bravo, te impacienta, por ejemplo, cuando te despiertes, pregúntate, qué ocasión de amor tendré hoy, si por ejemplo el sufrimiento se interpone en tu camino para poder hacer cosas, necesitas paciencia para poder ordenar las cosas, el sufrimiento es un regalo que Dios da para ayudarnos a crecer de manera espiritual, pacientemente.
Otro fruto del Espíritu Santo es la GENEROSIDAD, porque ese don mutuo del Padre y del Hijo se desborda contigo. La FIDELIDAD es otro fruto, y la mayoría de nosotros hacemos un compromiso de amor al casarnos, al comprometernos a defender nuestro país, hacemos distintos tipos de compromisos y eso implica madurez y es fruto del Espíritu Santo. La fidelidad es cumplir con ese compromiso. La falta de fidelidad es una gran crisis en nuestras sociedades. El autocontrol, el dominio de uno mismo, es un fruto importante porque significa que voy a ordenar todo lo que hay en mí para poder amar, de otra forma hay caos. La persona que tiene autocontrol está ordenando su vida a Dios.
La oración que siempre funciona es “ven Espíritu Santo”, pedirlo es la única manera de tener el Espíritu Santo, tienes que pedirlo, porque el Espíritu Santo es Dios y con Dios siempre ganamos.