Tercera Jornada Mundial de los Abuelos y Mayores
Por María García de Fleury
El Papa Francisco ha invitado a celebrar jornadas todos los años a favor de los abuelos y los adultos mayores y pide que en un día como hoy de la Jornada Mundial cada uno de ellos, sobre todo los que están más solos reciban la visita de un ángel. A veces ese ángel tendrá el rostro de los nietos, otras veces el rostro de los familiares, otros de amigos de toda la vida, o de personas que hemos conocido durante un momento dificil.
Sabemos lo importante psicológicamente y físicamente de lo que significa un abrazo, una visita, hagamos un esfuerzo por darlo en estos días donde se celebra a San Joáquin y Santa Ana que son los abuelos del Niño Jesús.
Dios también envía a sus mensajeros a través de la palabra de Dios, la biblia es clara, en el libro del Deuteronomio, capítulo 4 dice que los abuelos están llamados a dar conocer las cosas de Dios a sus nietos, y en el libro de los Salmos en el capítulo 78 agrega que hay que pasarles una herencia de fe a los nietos. Eso hizo Enoc, el abuelo de Noé, Abraham y Sara, los abuelos de Esaú y Jacob.
La biblia enseña con gran convicción y resolución que los abuelos deben resistirse a la tentación de dar por terminada su obra y declarar que el discipulado de sus nietos es obra de otra persona. El tema de esta tercera jornada mundial de los abuelos y de los mayores es: «Su misericordia se extiende de generación en generación». Ese es un tema que habla del encuentro bendito entre la jóven María y su parienta anciana Isabel. Isabel llena del Espíritu Santo se dirigió a la Madre de Dios con palabras que a distancia de milenios acompañan nuestra oración cotidiana: «Bendita tu eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de vientre».
El Espíritu Santo que ha descendido sobre María la impulsó a responder con el Magnificat, donde proclamó que la misericordia del Señor se extiende de generación en generación.
Para cada momento de nuestra vida Dios tiene una misión, aunque te preguntes ¿Cómo es posible que mis energías se están agotando, no creo que pueda hacer mucho más?, ¿Cómo voy a comportarme de forma diferente cuando la costumbre se ha convertido en la norma de mi existencia?, ¿Cómo puedo dedicarme a los más pobres cuando ya tengo muchas preocupaciones por mi familia?. ¿Cómo puedo ampliar la mirada n¡si ni siquiera se me permite salir de la residencia donde vivo? No es mi soledad ya una carga demasiado pesada. Cuántas de ustedes se hacen ya estas preguntas, Mi soledad no es una piedra muy pesada. El mismo Jesús escuchó esa pregunta de un hombre llamado Nicodemo: ¿Cómo puede un hombre volver a nacer cuando ya es viejo?.
Esto puede ocurrir, pero respóndele al Señor, abriendo tu corazón a la obra del Espíritu Santo porque el sopla donde quiera. Felicitemos y abracemos en estos días a los abuelos porque ser abuelo es un diseño de Dios, los abuelos y los mayores importan. Dios les ha encomendado una tarea, ellos son el comienzo de una base sólida de familia y sociedad. Los abuelos cristianos que se apoyan en Dios son héroes y heroínas del mundo real porque andan con Dios y con Dios siempre ganamos.