Saulo de Tarso, un fariseo en Jerusalén después de la crucifixión y resurrección de Jesucristo, juró acabar con los nuevos seguidores de Jesús, obtuvo cartas del sumo sacerdote que le autorizaban a arrestar a cualquier seguidor de Jesús.
Recordar el día en que Saulo de Tarso, a quien conocemos como San Pablo, siendo el más grande perseguidor de los cristianos, de repente Dios lo llamó y cambio su vida, es un momento para meditar sobre lo que...