Síndrome de la piel escaldada: causas y síntomas - 800Noticias
800Noticias
Salud

800 Noticias

El síndrome de la piel escaldada es una enfermedad delicada que suele afectar a los niños menores de 6 años. Debe diagnosticarse y tratarse a tiempo para que no tenga un desenlace fatal.

El síndrome de la piel escaldada es una afección cutánea. Se produce como reacción a una infección de la piel causada por estafilococos. Su principal característica es la formación de ampollas y el posterior desprendimiento de la piel.

Este problema afecta en su mayoría a los niños lactantes o menores de 6 años. Es muy raro que se presente el síndrome de la piel escaldada en personas adultas, a menos que haya alguna deficiencia en el sistema inmunitario o una insuficiencia renal.

¿Qué causa el síndrome de la piel escaldada?

Niño con varicela

El síndrome de la piel escaldada es consecuencia de una infección cutánea provocada por bacterias de la familia del estafilococo. En la mayoría de los casos el agente infeccioso es el estafilococo áureo o dorado.

Estos microorganismos secretan una sustancia tóxica que afecta la piel. Esto lleva a que la capa superior de la epidermis se separe del resto de la piel. De esta manera, surgen ampollas que se revientan y la piel parece escaldada.

Lo más habitual es que la persona afectada tenga un foco infeccioso inicial que pasa desapercibido. Una vez se origina, el síndrome de la piel escaldada se desarrolla con rapidez. Sin embargo, a veces esto sucede varios días después de la infección inicial que le da paso.

Este síndrome es contagioso. Las infecciones causadas por estafilococos han aumentado en todo el mundo desde los años 70. Se estima que el estafilococo áureo está presente en el 30-50 % de los adultos sanos.

¿Cuáles son los síntomas característicos?

Aunque el síndrome de la piel escaldada tiene varios síntomas característicos, lo común es que cada niño los experimente de manera diferente. Lo más habitual es que la primera manifestación sea la fiebre, acompañada por un enrojecimiento en la piel.

Suele comenzar con una úlcera aislada que tiene costra. En los recién nacidos, la úlcera aparece, por lo general, en la zona del pañal o cerca del muñón del ombligo, mientras que en los niños más grandes casi siempre se presenta en la cara. En los adultos, en cualquier parte del cuerpo.

La úlcera evoluciona y en 24 horas adquiere un color rojo escarlata. Poco después comienzan a formase ampollas llenas de líquido. Estas se rompen con mucha facilidad y dejan la piel húmeda y con apariencia escaldada, como si se hubiera producido una quemadura. Otros síntomas comunes son los siguientes:

  • Dolor al tacto en las zonas afectadas.
  • Escalofríos.
  • Sensación de debilidad.
  • Pérdida de fluidos.
  • Signo de Nikolsky. Las capas superficiales de la piel se desprenden de las capas más profundas, tan solo al friccionarlas con una presión leve. En dos o tres días, toda la superficie de la piel queda afectada.

¿Qué tratamiento existe para este síndrome?

Médico y madre con su hija

El diagnóstico del síndrome de la piel escaldada se realiza con base en el cuadro clínico y la detección de la toxina. A veces es necesario hacer una biopsia en la piel para confirmar la enfermedad que en sus primeras manifestaciones es muy parecida a la escarlatina, el eritema multiforme, la enfermedad de Kawasaki y otras.

Una vez confirmado el diagnóstico, lo usual es que el tratamiento deba llevarse a cabo en el hospital. A esta enfermedad se le da un manejo similar al que se aplica en caso de quemadura y, de hecho, suele ser atendida en la unidad de quemados. Lo más habitual es que se acuda a las siguientes medidas:

  • Administración de antibióticos para estafilococos. Se administran por vía oral y/o intravenosa, según la condición de cada paciente. Su función es prevenir cualquier tipo de infección.
  • Suministro de fluidos intravenosos. El paciente pierde muchos líquidos corporales a través de la piel abierta. Esto exige que se tomen medidas para evitar una posible deshidratación.
  • Medidas de protección de la piel. Incluyen el uso de cremas y pomadas para fortalecer la función de barrera de la piel. También se aplican hidratantes.
  • Medidas de alivio. Tienen que ver con la aplicación de compresas frías sobre la piel con el objetivo de reducir el dolor.

El tratamiento puede variar, dependiendo de la edad del paciente, su condición general de salud, la severidad del estado, la tolerancia a los fármacos, las expectativas o las preferencias. Lo más habitual es que la piel comience a cicatrizar 10 días después de dar inicio al tratamiento.

¿Cómo actuar frente al síndrome de la piel escaldada?

Si el niño o el adulto son atendidos a tiempo, lo más habitual es que no surja ninguna complicación. El riesgo más importante es que se produzca una infección cutánea más profunda: la celulitis. También preocupa que el cuadro infeccioso se agrave y alcance el torrente sanguíneo, causando septicemia.

Otros riesgos son la deshidratación o el desequilibrio electrolítico. Asimismo, se debe controlar la fiebre en forma adecuada, en especial en los bebés. Si el niño o el adulto son diagnosticados y tratados con rapidez, el desenlace suele ser favorable. Sin embargo, el síndrome de la piel escaldada puede llevar a la muerte si no se atiende como es debido.

En conclusión, frente a la presencia de ampollas que generen fiebre y/o los demás síntomas señalados con anterioridad, se recomienda la consulta médica inmediata.

 

Mejor con salud

Síguenos por @800noticias