Sensibilidad dental: ¿por qué duelen los dientes?
Agencias
Es algo que provoca molestias en la boca pero también puede llegar a afectar a la calidad de vida, ya que limita aquello que puedes o no comer por miedo a que te suceda.
Y no solo pasa con lo frío: algo muy caliente o muy ácido también lo desencadena. A la primera señal debes acudir a un especialista ya que se tiene que tratar para evitar que vaya a más.
¿QUÉ ES LA SENSIBILIDAD DENTAL?
Un dolor intenso en los dientes que ocurre al entrar en contacto con ciertos alimentos o bebidas es lo que se conoce como sensibilidad dental. Se trata de una molestia transitoria pero muy común.
Esta desagradable molestia “nace” justo debajo del esmalte del diente, en la dentina, un diminuto tejido poroso en el cual se encuentran miles de tubos microscópicos que lo atraviesan y que contienen los extremos de los nervios.
Si el esmalte se retira, esta parte del diente queda expuesta y por ello los nervios son más vulnerables al calor y al frío. Cuando alguien empieza a perder esmalte no sufre ningún dolor y no es consciente de las consecuencias que ello puede acarrear.
Tanto es así, que según un amplio estudio realizado por la Universidad de Bristol (Reino Unido), hasta un 50% de la población tiene o ha tenido sensibilidad dental pero tan solo el 5-10% recurre al odontólogo.
Pero hay que prestar atención al problema y analizar qué está provocando que esos nervios estén expuestos.
LA CAUSA PUEDEN SER LOS HÁBITOS
Los malos hábitos en lo que a higiene oral se refiere (sobre todo un incorrecto cepillado) pueden hacer que la dentina de los dientes acabe quedando expuesta.
La dentina desprotegida hace que los nervios queden expuestos
Aunque detrás de esta situación puede haber una enfermedad periodontal como tener encías retraídas o también al bruxismo (ese gesto de «rechinar» los dientes que ocurre generalmente de forma inconsciente mientras dormimos).
El exceso de alimentos ácidos en la dieta, la toma de ciertos fármacos o sufrir vómitosde repetición influye.
EL TRATAMIENTO ADECUADO
Una higiene bucal adecuada es la clave para evitar el dolor de dientes sensibles. Además…
- Utiliza productos específicos, como una pasta dentífrica especial o un gel fluorado para fortalecer el esmalte. Eso sí, hay que tener en cuenta que este tipo de tratamientos actúan bloqueando las aperturas de los poros expuestos de la dentina pero su sellamiento es superficial y no resiste al desgaste causado por el cepillado diario y el efecto de masticar. Lo mejor es que sea el dentista quien te recomiende cuál es el más adecuado en tu caso.
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- Revisa cómo te cepillas los dientes. Un cepillado agresivo con un cepillo inadecuado (cerdas duras) o con una técnica incorrecta (movimientos horizontales y con excesiva fuerza) o el uso de pastas dentífricas muy abrasivas durante largos períodos de tiempo puede producir una pérdida de encía, por lo que la dentina quedará expuesta.
- Además, el miedo a que te duela lleva a una disminución de la calidad y/o frecuencia del cepillado, lo que acaba produciendo un mayor cúmulo de placa bacteriana y eso aumenta el riesgo de caries en el cuello de los dientes y de problemas periodontales.
- Lo que comes, afecta. No hay que olvidar la importancia del control de la dieta, eliminando o disminuyendo en lo posible la ingesta de ácidos que al reblandecer la dentina expuesta empeoran y perpetúan el problema de la sensibilidad.
QUÉ PASA CON LOS BLANQUEADORES
Si vas a someterte a un tratamiento de este tipo, debes tomar algunas precauciones.
Es habitual que tras hacértelo, surja sensibilidad dental en mayor o menor medida, aunque es una molestia transitoria.
- Sucede porque este tratamiento provoca una ligera desmineralización del cuello del diente, ya que requiere que se abran los túbulos de la dentina. A través de ellos penetran los agentes blanqueadores (peróxido de hidrógeno, peróxido de carbamida…) en el esmalte del diente y esto puede irritar el nervio.
Las pastas de dientes blanqueadoras, usadas a largo plazo, pueden provocar el mismo efecto. Déjate aconsejar por un profesional antes de usar una pasta de dientes específica o un colutorio a diario ya que sus componentes, en lugar de beneficiarte, podrían llegar a perjudicar tus dientes.