¿Sensación de calor? Descubre 6 causas de los sofocos
Agencias
El cuerpo humano reacciona ante determinados estímulos que considera extraños o irregulares mediante la sudoración, los sofocos o tiritando. Esto se regula en el hipotálamo.
Si alguien se somete a factores externos como exponerse a altas temperaturas, el organismo inmediatamente tendrá como respuesta la sudoración. La función del sudor es refrescar el cuerpo y bajar la temperatura hasta que llegue a niveles normales.
Lo mismo ocurre cuando una persona experimenta cambios hormonales o fisiológicos que afectan a la capacidad termorreguladora del organismo. Es entonces cuando aparecen los sofocos.
Los sofocos es la sensación repentina de calor acompañada algunas veces de sudor y enrojecimiento de la piel. Cualquier persona puede padecerlos, pero se presentan comúnmente en las mujeres durante el climaterio. Pero ¿qué los causa?
Causas de los sofocos en las mujeres
Los síntomas aparecen en el climaterio o menopausia de la mujer. Durante esta fase biológica femenina, el organismo sufre muchos cambios. Aunque hasta ahora no se han determinado con exactitud las causas de los sofocos, estas son algunas posibilidades:
1. Descenso de los niveles de estrógenos
En la etapa fértil femenina, los estrógenos son hormonas importantes en el desarrollo sexual y reproductivo de las mujeres. Pero, además, disminuyen la temperatura corporal, ya que participan en el proceso de termorregulación del cuerpo.
Al disminuir los niveles de estrógenos, los cambios que se producen a nivel cardiovascular para controlar la temperatura como la dilatación de los vasos sanguíneos, también se ven afectados y aparece ese calor que se acumula: los sofocos.
2. La progesterona
Durante la edad fértil de la mujer, esta hormona tiene una función termorreguladora durante la ovulación. Tiene el efecto inverso a los estrógenos: se encarga de aumentar la temperatura corporal.
Por lo que, cuando los niveles de progesterona empiezan a alterarse en la menopausia, esta hormona puede modificar el control del calor en el cuerpo.
Además de provocar olas de calor, cuando los niveles de progesterona empiezan a bajar también desencadenan otros síntomas o desórdenes. Algunos de ellos son el aumento de peso, la falta de libido o la menstruación irregular.
3. Modificación de la función hipotalámica termorreguladora
Debido a los cambios hormonales ocurridos en el climaterio, el hipotálamo se ve afectado. Tras la ausencia de progesterona y estrógenos, el hipotálamo debe modificar su función termorreguladora para ser autosuficiente. Durante este proceso adaptativo tienen lugar los sofocos.
4. Uso de algunos medicamentos
Otra de las posibles causas de los sofocos es el uso o consumo de algunos medicamentos como antidepresivos y otros fármacos psiquiátricos. La aspirina, el paracetamol y demás medicinas para bajar la fiebre también pueden ser causantes de sofocos.
Los medicamentos para tratar el cáncer de mama también pueden provocar sofocos. Consulta a tu médico para que revise la posibilidad de sustituirlos por otros.
Lee este artículo: Dieta para las mujeres en la menopausia.
5. Consumo de cafeína y alcohol
La cafeína y el alcohol tienen propiedades vasodilatadoras. Al igual que sucede con el descenso de los niveles de progesterona y estrógenos, la sangre fluye con rapidez y provoca un aumento de la temperatura.
Si ya estás experimentando los síntomas propios de la menopausia, se recomienda que no consumas alcohol ni café. Esto se debe a que ambas sustancias empeoran los sofocos.
6. Padecer de hipertiroidismo
Otro caso donde las hormonas modifican o alteran el calor corporal es el hipertiroidismo.
Esta enfermedad podría provocar el aumento de la temperatura, sudoración y sofocos. La principal responsable de estos síntomas es la tiroxina, hormona encargada de regular los procesos metabólicos.
Los sofocos no siempre están ligados a la menopausia. Sin embargo, su incidencia aumenta en esta etapa de la vida de las mujeres. Si has tenido episodios de sofocos seguidos, consulta a tu médico para que determine su posible causa. No te preocupes ni te desesperes por tener esa sensación repentina de calor.
Lo importante es tener claro qué causa tus sofocos para que puedas aliviarlos. Recuerda que tu médico siempre será el más indicado para decirte qué hacer y qué tratamiento seguir en tu caso particular.
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