Semana de la Catequesis 2024, por María García de Fleury
EFE
Una semana de gran importancia para la Iglesia es la semana que se iniciará el domingo 22 de septiembre de 2024 y culminará el domingo 29 de septiembre con el envío de los catequistas. Es lo que se prepara cada año como la Semana Nacional de la Catequesis, cuyo lema este año es Catequistas Sembradores de Paz.
Esto tiene el objetivo de animar a los catequistas de las iglesias locales por medio de la reflexión, la oración y el compartir fraterno para que cultiven la paz en sus interlocutores a fin de contribuir con la gestación de una sociedad justa y fraterna. Así definen el objetivo de esta semana.
Jesús dijo, «vayan por todo el mundo y prediquen el Evangelio a toda la creación»; No lo dijo como un deseo, sino como un mandato para que cada bautizado salga a proclamar la buena nueva de Jesús, para que transmita el mensaje del Evangelio a las generaciones presentes y futuras, profesando, viviendo y celebrando nuestra fe.
Esta semana es de suma importancia, pues es por medio de la catequesis que se transmiten los hechos y las palabras de la revelación de Dios a través de la proclamación y la narración. En las catequesis se esclarecen los misterios de fe, se interpretan los signos de los tiempos y la vida de los hombres y mujeres a la luz de la revelación de Dios, y se les recuerda que en ellos se realiza el designio de Dios para la salvación del mundo.
La evangelización y la catequesis buscan tanto el cambio interior de la persona como la transformación externa de las sociedades. Es una semana de formación de catequistas, donde se enseñan y recuerdan los recursos principales e indispensables mediante los cuales la Iglesia transmite la fe.
El directorio general para la catequesis está muy claro en que la familia es el ámbito donde la catequesis se da de una forma natural y espontánea, teniendo los padres la responsabilidad de ser los primeros educadores en la fe de sus hijos, gracias sobre todo al testimonio de vida cristiana. Y como agrega el directorio, los hijos perciben y viven gozosamente la cercanía de Dios y de Jesús que los padres manifiestan, hasta tal punto que esta primera experiencia cristiana deja en ellos una huella decisiva que dura toda la vida.
Tengamos presentes que vivimos un tiempo histórico donde el matrimonio y la familia son objeto de muchas fuerzas que tratan de destruirlo o deformarlo. La Iglesia está consciente de que el bien de la sociedad y de sí misma está profundamente vinculada al matrimonio y a la familia, y en ellos está la semilla de la renovación de las sociedades.
El propósito de la Semana de la Catequesis es dar lugar a la fe y a la conversión. La conversión consiste en que con ayuda del Espíritu Santo aceptemos una relación personal con Cristo y hagamos un compromiso genuino con él y una decisión de seguirlo como su discípulo.
Participemos en la Semana de la Catequesis, pues tiene un sentido profundo de comunidad, hace caminar juntos con amor y esperanza, compartiendo lo bueno, apoyándonos en los momentos difíciles, reflexionando, orando, comprometiéndonos con la paz, celebrando todas las etapas de la vida, y sobre todo con el testimonio busca sembrar el corazón de las personas, el anuncio del Evangelio, esa semilla que cuida con el acompañamiento para que crezca y desfrutos. Amigos, necesitamos muchos catequistas, pues sabemos que con Dios siempre ganamos.
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