Selenio: Así beneficia tus defensas
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El selenio es un mineral esencial que se obtiene a través de la dieta, y aunque las necesidades diarias de este oligoelemento son pequeñas es necesario cubrirlas, ya que es un poderoso antioxidante con numerosas funciones orgánicas.
Se encuentra presente en muchos alimentos, pero los suelos de cultivo de Europa se han ido empobreciendo de selenio en el paso de los últimos siglos, y algunos vegetales son parcos en este mineral. Por eso una parte de la población puede no llegar a cubrir los requerimientos mínimos.
En este artículo te contamos por qué el selenio es importante para la inmunidad y cómo obtener la dosis justa de este mineral.
Para qué sirve el selenio y cómo ayuda a tus defensas
El organismo acumula unos 20 mcg de selenio, tanto en los músculos como en la glándula tiroides. Su función más destacable es laproducción de enzimas antioxidantes que refuerzan las propiedades de las vitaminas C y E, fortaleciendo el sistema inmunitario.
Además de ser antioxidante, ayuda a la proliferación y buen funcionamiento de los glóbulos blancos, y es clave para que actúe el glutatión peroxidasa. Esta enzima favorece la detoxificación y amplía la acción antioxidante de la vitamina C.
Su consumo habitual, además, podría prevenir la aparición de ciertos cánceres, reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares y el deterioro cognitivo.
Además participa en la síntesis de hormonas tiroideas, que fomentan la producción de esperma y el equilibrio del sistema nervioso.
Finalmente, mejora el trabajo del hígado y el páncreas en la digestión y la producción de insulina.
El organismo no es capaz de producirlo, así que la dieta es clave a la hora de garantizar al organismo la cantidad diaria que necesita.
Tiene que incluir las principales fuentes vegetales de selenio, como los cereales integrales, los frutos secos, las semillas y las legumbres. Destacan entre todos las nueces de Brasil, sustancialmente indicadas para las personas intolerantes al gluten o que toman una dieta sin trigo, que es otra de las fuentes más características.
Una nuez de Brasil proporciona unos 70 mcg,y no se aconsejan más de tres al día. Le siguen las pipas de girasol, el germen de trigo, las nueces, el sésamo, el coco, la avena, el arroz, la levadura de cerveza, las setas, las judías y el ajo.
Con información de Cuerpomente