Papa pide fin de guerras en Siria y África en bendición «Urbi et Orbi»
CIUDAD DEL VATICANO, (AFP) – El Papa argentino Francisco lanzó un mensaje de paz en su primer mensaje de Navidad «Urbi et Orbi» (a la ciudad y al mundo), reclamando que se ponga fin a las guerras en Siria y en África.
Desde el balcón de la basílica de San Pedro, donde apareció por primera vez tras su elección como primer papa latinoamericano, en marzo pasado, Francisco recordó a los refugiados y desplazados, y denunció la trata de seres humanos, que calificó de delito contra la humanidad.
El Papa argentino pidió también que «se garantice el acceso a la ayuda humanitaria» para Siria.
Los niños «son las víctimas más vulnerables de las guerras», denunció también el Papa, quien fue muy aplaudido al aparecer vestido con hábito blanco frente a unas 700.000 personas congregadas en la plaza de San Pedro.
«Sigamos rezando para que el pueblo sirio se vea privado de sufrimiento», dijo Francisco ante una multitud que desafío el frío para festejar con él su primera bendición navideña como Papa.
«Demasiadas (vidas) ha destrozado en los últimos tiempos el conflicto en Siria, generando odios y venganzas», reconoció el pontífice, que le dedicó en septiembre una jornada mundial de oración cuando parecía inminente un ataque estadounidense a ese país.
El pontífice latinoamericano llamó la atención sobre las tensiones que «amenazan la pacífica convivencia» del joven Estado africano de Sudán del Sur, donde la ONU volverá a desplegar sus tropas en algunas ciudades ante los enfrentamientos entre el ejército y los rebeldes.
El temor de que se agrave el conflicto sursudanés se incrementó este domingo y el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, advirtió de que «si es necesario» tomará nuevas medidas para garantizar la seguridad de los ciudadanos estadounidenses después de que cuatro soldados de ese país resultaran heridos.
Francisco imploró para que reine la paz en varios países de África, entre ellos la República Centroafricana, «a menudo olvidada por los hombres»
El Papa jesuita pidió por las negociaciones entre israelíes y palestinos y que » sanen las heridas de Irak, golpeado por frecuentes atentados».
El jefe de la iglesia católica advirtió que se debe evitar que la paz alcanzada «sea de fachada, que esconda luchas y divisiones», dijo.
«La verdadera paz no es un equilibrio de fuerzas opuestas», dijo en su breve y denso mensaje. «La paz es compromiso cotidiano, es artesanal (…) Se logra contando con el don de Dios», clamó.
Desplazados, refugiados, inmigrantes
El jefe de la Iglesia católica recordó a los desplazados y refugiados, especialmente en el Cuerno de África y en el Congo y condenó con firmeza la trata de seres humanos, que calificó de «delito contra la humanidad».
«Niño Belén, toca el corazón de cuantos están involucrados en la trata de seres humanos, para que se den cuenta de la gravedad de este delito contra la humanidad», clamó el pontífice latinoamericano que mencionó la tragedia en la isla siciliana de Lampedusa, donde se ahogaron casi 400 inmigrantes ilegales a principios de octubre.
«Que no asistamos de nuevo a tragedias como las que hemos visto este año con numerosos muertos en Lampedusa, que no ocurran nunca más», rogó el Papa argentino, hijo de inmigrantes italianos, cuya primera visita oficial en Italia fue justamente a esa isla italiana para dar alivio a los indocumentados que arriesgan su vida atravesando en barcazas el Mediterráneo.
En su mensaje, pronunciado en italiano, recordó a las víctimas de las catástrofes naturales y al «querido pueblo filipino», golpeado por el tifón Haiyan.
Dirigiéndose a los católicos, pero también a los no creyentes, el Papa pidió pensar «en los niños, que son las víctimas más vulnerables de las guerras, pero también en los ancianos, en las mujeres maltratadas, en los enfermos. Las guerras destrozan tantas vidas y causan tanto sufrimiento», comentó.
«Dirige tu mirada sobre los niños secuestrados, heridos y asesinados en los conflictos armados, y sobre los que se ven obligados a convertirse en soldados, robándoles su infancia», clamó el pontífice ante la muchedumbre congregada.
Pese al tiempo gris, miles de romanos y turistas recibieron en la plaza de San Pedro de Roma la bendición papal «Urbi et Orbi».
La nota de color la pusieron los peregrinos latinoamericanos así como los guardias suizos, con sus trajes variopintos y unidades del ejército italiano vestidas de gala.
Previamente, en la medianoche del martes, Francisco celebró en la basílica de San Pedro la tradicional Misa del Gallo.
Decepcionó en cambio las expectativas de aquellos que esperaban que confirmase un probable viaje a Tierra Santa (Jordania, Israel y los territorios palestinos) en mayo de 2014. Ese viaje había sido anunciado en Israel, pero no ha sido confirmado oficialmente.