Papa llama a construir la vida sobre «lo esencial» en primer domingo de Cuaresma
CIUDAD DEL VATICANO, (AFP) – El papa Francisco pidió este domingo a los fieles que construyan su vida en base a «lo esencial» durante el rezo del Ángelus, pocas horas antes de retirarse a un pueblo del sur de Roma durante seis días para el periodo de reflexión espiritual de la Cuaresma.
«Hay que deshacerse de los ídolos y de las cosas banales» dijo el Papa argentino ante la muchedumbre reunida en la plaza San Pedro para rezar con él el tradicional Ángelus de los domingos.
Francisco comentó el versículo de la Biblia en el que Satán intenta seducir a Cristo en el desierto.
«En sus respuestas a Satanás, el Señor nos recuerda que ‘no sólo de pan vivirá el hombre, sino de cada palabra que sale de la boca de Dios'», afirmó el sumo pontífice.
«El Señor nos sostiene en la lucha contra la mentalidad mundana que rebaja al hombre al nivel de las necesidades primarias, haciéndole perder el hambre de lo que es verdadero, bueno y bello, el hambre de Dios y de su amor», añadió el jefe de la Iglesia católica.
El papa argentino citó además «tres tentaciones» a las que se debe resistir: el «bienestar económico», el «estilo espectacular y milagrero» y el «atajo del poder y del dominio».
Tras el Ángelus, el Papa pidió a la muchedumbre que rezara por él y por sus «colaboradores de la Curia Romana», que también se retirarán este domingo cerca de Roma para llevar a cabo ejercicios espirituales hasta el próximo domingo.
Por eso el Papa no estará en el Vaticano en el primer aniversario de su elección hace un año, el 13 de marzo de 2013, y durante este periodo quedarán suspendidas sus audiencias generales, incluida la del miércoles.
Las meditaciones sobre el tema de la «purificación del corazón», que empezarán a las 05:00 pm GMT, estarán dirigidas por el padre Ángelo De Donatis, un sacerdote de la iglesia San Marco Evangelista en Roma.
Hasta ahora estos ejercicios espirituales, con frecuencia dirigidos por cardenales, se celebraban en el Vaticano. Sin embargo, esta vez el Papa y los 82 miembros de la Curia se retirarán en un convento construido en los años 1960 de Ariccia, un pequeño pueblo al sur de Roma. Tanto los cardenales como los obispos tendrán que pagar su estancia.