Miles de caraqueños se congregan en la Basílica de Santa Teresa para elevar plegarias al Nazareno
Caracas – Abuelas, madres, padres, jóvenes y niños, personas de todas las edades, se mantienen desde tempranas horas de este Miércoles Santo en las afueras de la Basílica de Santa Teresa, en el centro de Caracas, para elevar plegarias al Nazareno de San Pablo, que representa la imagen sufrida del Jesucristo cargando la cruz, santo que como cada año viste de morado y se encuentra rodeado por numerosas orquídeas.
Gran cantidad de personas se encuentran en los alrededores de este conocido templo caraqueño, pues debido a la afluencia de pequeños y grandes es necesario hacer una cola para ingresar y otra para salir. Hasta dos horas puede tardar un ciudadano en ingresar a este lugar, pero ese tiempo parece «nada porque el Nazareno de San Pablo lo merece todo».
Verónica Colmenares una joven caraqueña, proveniente de Catia, cuenta con toda propiedad que le agradece varios milagros al Nazareno de San Pablo. En sus 20 años de edad asegura que no recuerda haber faltado un solo año a este templo.
En principio, comenta, que acompañaba esta veneración por una tradición familiar inculcada por su madre, no obstante, con el paso de los años se vio en la necesidad de pedirle al Nazareno por la salud de alguien muy importante en su vida.
«Le pedí por mi mamá y aquí la tengo viva. Sí, ella ha sido operada dos veces, la última vez estuvo muy grave y eso para mí fue gracias a este gran santo», expresa en medio de lágrimas.
Sin duda, Verónica se siente comprometida con el Nazareno puesto que a pesar de tener seis meses de embarazo se mantiene en la Basílica, a unos cuantos metros del santo, desde donde no se cansa de rezarle junto a su mamá.
Los favores concedidos, narra, son varios entre ellos la sanación de su hijo, quien sufrió un cuadro clínico muy grave. «Mi hijo se vio mal, mal y yo le pedí mucho al Nazareno que me lo ciudadana y me lo salvara. Le dije que si él me lo salvaba lo iba a traer todos los años y así ha sido».
Esa misma fe de Verónica y su madre se extiende a todos los miembros de la familia Colmenares, ya que cada año todos cumplen con el Nazareno. Para esta familia la Semana Santa es eso: un momento de reflexión y agradecimiento.
«Esto es para nosotros más que una tradición, es fe, devoción y algo muy grande que no sé explicar. Así como me hizo el milagro se los ha hecho a muchas familias», agrega mientras el párroco daba inicio a la misa.
Vengo por ese niño que no conozco
Aunque muchos van a agradecer al santo, no todos lo feligreses van a lo mismo. Cada uno tiene su particularidad. Ese es el caso de Mariángela Díaz, también caraqueña habitante de Quinta Crespo.
«No, yo vengo por ese niño que no conozco, por usted a quien tampoco conozco. Vengo por darle gracias, porque gracias a Dios no hemos tenido ningún inconveniente de salud, es para dar gracias», sostiene.
Para Mariángela no es necesario tener algo que agradecerle al Nazareno «porque es un santo que se deja querer, que existe y tiene una historia muy conocida».
A su lado, Coromoto Briceño de la parroquia La Vega, le quita la palabra. «Sí, dicen que cuando llegó una peste muy fuerte a Caracas fue el Nazareno quien milagrosamente sanó a mucha gente».
De acuerdo con fuentes históricas, en 1696 una gran epidemia de viruela afectó a toda la ciudad capital, y por esta razón el Nazareno fue sacado en procesión. Mientras caminaban los feligreses acompañando a la imagen, ésta tropezó en la esquina del templo (Miracielos) con un limonero, del cual se desprendieron los frutos, que quedaron enredados en su corona.
Los caraqueños interpretaron el hecho como una señal de Dios y comenzaron a elaborar bebidas para los enfermos, quienes milagrosamente tuvieron una cura inmediata.
_ «De allí mi fe al Nazareno», añade Coromoto.
Explica que en la actualidad el pueblo caraqueño no sufre epidemias, pero es necesario pedirle al Nazareno para que muchas personas reflexionen.
«Hay que pedirle paz y convivencia entre todos. Si te adverso por alguna razón eso no puede ser motivo de rencor, al contrario, hay que querer más a esa persona, escucharla y entenderla», dice.
Sus palabras muy emotivas llegaron a muchos que se encontraban a su lado, al tiempo que su mensaje se unió con el del párroco, que daba la eucaristía pasadas las 11:00 de la mañana. «Paz, paz, paz, Nazareno. Paz para Venezuela».
Se espera que a partir de las 5:00 de la tarde inicie la procesión para rendir tributo al Nazareno de San Pablo, el recorrido se llevará a cabo desde la esquina de Cipreces, pasa por las avenidas Lecuna y Baralt, para luego regresar a este templo.
Fuente: AVN