El fervor religioso colmó las calles de Caracas
Las calles del casco central de Caracas exudaron devoción. Miles de feligreses improvisaron una procesión desde la iglesia Nuestra Señora de Las Mercedes, en Altagracia; hasta la Basílica de Santa Teresa, en la parroquia homónima, para cumplir con la tradición de los Siete Templos y recordar así los siete momentos que vivió Jesús antes de la crucifixión.
Se movían en masa. Muchos vestían túnicas moradas en homenaje al Nazareno de San Pablo y otros iban descalzos o con imágenes religiosas a cuestas. Jacqueline Peña hizo el recorrido descalza y vestida de Nazareno: “Tengo 6 meses de embarazo. Soy mamá de un varón de 6 años de edad y le pedí al Nazareno que este bebé fuese hembra y me lo cumplió. De esta manera se lo agradezco”. Peña llevaba consigo una imagen de San Miguel Arcángel retribuyendo otro favor recibido. Su esposo, Germán, cargaba consigo una imagen de la Virgen del Carmen, y la abuela Noemí Miranda tenía entre sus manos a un Cristo crucificado. Al mediodía habían visitado Santa Teresa y la Catedral y se estaban moviendo hacia Santa Capilla.
“Este Cristo es de mi hija, pero como ella no está en Caracas yo lo estoy llevando por las iglesias. Hacemos esto porque somos muy católicos”, aseguró Miranda.
Santa Capilla estaba abarrotada. Tanto que algunos de los que hacían el recorrido optaban por continuar y visitar otro templo en lugar de ese. No así las hermanas Moreno, cinco mujeres que aguardaban entre la multitud para poder apreciar el Monumento al Santísimo Sacramento de esta iglesia. “Vinimos de Caricuao y de Charallave. Esta es una tradición que nos fue inculcada por nuestra madre desde que vivíamos en San Cristóbal y que hemos continuado en los más de 30 años que tenemos en Caracas. Es un gesto de espiritualidad y una forma de pedir por la salud de los enfermos en nuestra familia”, dijo Glency Moreno. Entonces, ya habían visitado La Candelaria, Las Mercedes, Altagracia y les faltaba visitar Santa Capilla, Catedral, San Francisco y Santa Teresa.
A sus 64 años de edad, María del Carmen Suárez sigue haciendo el recorrido por las iglesias. Vive en El Junquito y comenzó el recorrido a pie desde San Martín en la Iglesia de la Inmaculada Concepción. Asiste con sus hijas y sus nietas. Una de ellas, Estefany Nava, de 7 años, hace el recorrido con la toga morada. “Nació con el cuello torcido, pero gracias a Dios ahora está bien”, aseguró Suárez.
Comercio y seguridad
Funcionarios de los Bomberos del Distrito Capital, la Policía Nacional Bolivariana, Protección Civil y estudiantes de la Universidad Nacional Experimental de la Seguridad se encargaron de resguardar la seguridad de los creyentes. Se encontraban apostados en las entradas y salidas de cada templo y tenían a su disposición ambulancias y puntos médicos, para atender a quienes se sofocaban por el calor, desmayos o problemas de tensión. Alfonso Ojeda, jefe de Operaciones de los Bomberos del Distrito Capital, especificó que hay 450 bomberos desplegados en las principales iglesias de Caracas.
El comercio de motivos religiosos en las afueras de los templos también se hizo presente. Palmas, velas, rosarios, escapularios e imágenes de santos formaban parte de la oferta, además de helado, agua y bebidas refrescantes.
Marcha de las siete palabras
Volantes con las frases: “El amor al dinero es el origen de toda maldad”, “Si Dios está con nosotros, ¿quién contra nosotros?” y “El que no vive para servir, no sirve para vivir” fueron entregadas por los vecinos de El Paraíso durante una marcha que hicieron desde el Colegio San José de Tarbes hasta el centro comercial Multiplaza Paraíso.
En la actividad recordaron las siete palabras –o frases– que pronunció Jesús mientras estuvo crucificado. “Somos miembros de la comunidad que esperamos involucrar a los vecinos en la protesta pacífica. Proponemos la paz y la reconciliación, al tiempo que nos unimos al llamado de los estudiantes”, afirmó Jesús Torres, uno de los organizadores de la actividad.
En el recorrido ondearon banderas y tocaron cacerolas, pidiendo a sus vecinos que despierten. Jessica Carrillo, una de las manifestantes, dijo: “En estas circunstancias difíciles, lo que nos queda es aferrarnos a la fe”.
Fuente: EL NACIONAL