Brasil confirma alianza con Venezuela en primera gira de Maduro
Brasil confirma alianza con Venezuela en primera gira de Maduro
BRASILIA, 10 Mayo 2013 (AFP) – La presidenta Dilma Rousseff confirmó el jueves el compromiso de Brasil en mantener una «fuerte» alianza estratégica con Venezuela, tras reunirse con el flamante mandatario Nicolás Maduro, quien cerró en Brasil su primera gira internacional, tras su elección en abril por un estrecho margen.
Maduro eligió a sus aliados del Mercosur (Argentina, Brasil y Uruguay) para su primer viaje internacional como mandatario.
«Hoy reiteramos el compromiso con una fuerte alianza estratégica entre nuestros países», dijo Rousseff en una declaración a la prensa tras la reunión.
Al lado de Rousseff, el presidente venezolano defendió la fiabilidad del sistema electoral venezolano y el resultado de la elección y añadió: «hoy estamos construyendo un gobierno para todos los venezolanos, para los que votaron por nosotros y para los que no».
El venezolano entregó un cuadro del fallecido presidente Hugo Chávez -en ropa militar y boina roja- a Rousseff, quien elogió las «cualidades» de Maduro, lo consideró «un gran amigo de Brasil» y le deseó «mucho éxito en su mandato».
Venezuela se llevó de Brasil el compromiso de aumentar la cooperación para la producción e industrialización de alimentos, en buena parte importados, y ayudar a garantizar el abastecimiento eléctrico.
Maduro trajo a Brasil su agenda para la presidencia del Mercosur, que Venezuela asumirá el 28 de junio, según informó a la prensa oficial de su país.
«Vamos a un proceso de consolidación del Mercosur», dijo Maduro, quien agregó que sus pares de Uruguay, José Mujica y de Argentina, Cristina Kirchner, se mostraron «optimistas» para los cambios que necesita el bloque regional.
Venezuela se convirtió en miembro pleno del Mercosur en 2012. El bloque deberá decidir próximamente la reintegración de Paraguay a su seno tras las elecciones de abril, luego de que su Senado fue el único que objetaba la entrada venezolana al bloque.
Ante el palacio presidencial en Brasilia se congregó un pequeñísimo grupo opositor que portaba una pancarta con la leyenda «Maduro presidente ilegítimo», al que se sumó otro del Movimiento de los Sin Tierra, tradicionales aliados de Chávez y favorables a su sucesor.
Esta es la primera gira de Maduro tras ganar las elecciones el 14 de abril por un estrecho margen de 1,49% de los votos, un resultado impugnado por la oposición. La victoria fue respaldada por sus vecinos suramericanos pero Estados Unidos ha evitado pronunciarse.
El líder de la oposición venezolana, Henrique Capriles, criticó el jueves a Brasil por dar su apoyo sin condicionamientos a Maduro, en una entrevista concedida al diario español El País.
«Pareciera una política atada a la economía y no a los principios», dijo Capriles, al reclamar que «en Brasil hay instituciones sólidas para que pudieran respaldar» la auditoría electoral que reclamó en su país.
Maduro inició su gira el martes en Uruguay y siguió el miércoles en Argentina.
«Con este viaje, Maduro busca legitimar su situación, muy cuestionada en su país, no solo por el ajustado resultado electoral, sino también por la situación económica y la seguridad pública, que son problemas graves», afirmó a la AFP el profesor de Relaciones Internacionales de la Universidad de Brasilia, Eduardo Viola.
Para el analista, a pesar de la afinidad de los partidos en el poder y los intereses económicos, el objetivo de Brasil es «intentar que triunfe una tendencia más moderada en el gobierno venezolano, para evitar una situación que podría crear inestabilidad en la región».
Brasil y Venezuela mantienen una muy lucrativa relación económica. El comercio bilateral alcanzó un récord de 6.052 millones de dólares en 2012, con histórico superávit para los brasileños de 4.059 millones. Rousseff se comprometió a ver maneras de equilibrar más el comercio.
Las inversiones de empresas brasileñas en Venezuela se estiman en 20.000 millones de dólares.
Maduro, que numerosas veces viajó a Brasil cuando era canciller de Chávez, se reunió con el popular expresidente Luiz Inacio Lula da Silva, que lo apoyó en las elecciones. Tras la reunión, declaró: «Lula es padre de los luchadores de izquierda».
El venezolano también tenía previsto participar en un acto con estudiantes y representantes de organizaciones sociales en la Universidad de Brasilia, a puerta cerrada.