Papa viaja a Turquía para abogar por el diálogo y la paz
El papa Francisco llegó el viernes a Ankara para iniciar una visita a Turquía de tres días, en la que abogará por el diálogo entre religiones y la paz en Oriente Medio.
El pontífice fue recibido en el aeropuerto de la capital por el ministro de Relaciones Exteriores turco, Mehmet Cavusoglu, según imágenes difundidas por la televisión estatal turca, indicó AFP.
El motivo oficial de la visita de Francisco es reunirse con Bartolomeo I, el patriarca ortodoxo ecuménico de Constantinopla, con el que mantiene lazos de amistad, pese a ser una iglesia separada de Roma desde el siglo XI.
El papa argentino se reunirá esta tarde con el presidente Recep Tayyip Erdogan en su nuevo y controvertido palacio, para continuar su visita en Estambul el sábado y el domingo, donde visitará el Museo de Santa Sofía y la Mezquita Azul, lugares emblemáticos para los musulmanes.
Su antecesor Benedicto XVI también lo hizo, aunque en un contexto mucho más tenso por sus controvertidas declaraciones sobre la relación entre violencia e islam, que generaron una ola de protestas.
El sumo pontífice, cuya popularidad crece entre católicos, judíos y musulmanes, desea mostrar con hechos que el diálogo es posible entre las religiones y que pueden trabajar juntos por la paz.
Se trata de un viaje delicado, ya que Turquía, con 76 millones de habitantes, es un país 99% musulmán y vive fuertes tensiones por los conflictos en Irak y Siria, que reactivaron los enfrentamientos internos entre kurdos y turcos.
Francisco también se reunirá con el primer ministro, Ahmet Davutoglu.
DOS MILLONES DE REFUGIADOS
No se descarta que el papa se reúna con grupos o representantes de cristianos y otras minorías que han tenido que huir de Irak y Siria.
Si bien el programa oficial no incluye encuentros o visitas a los refugiados, fuentes religiosas consideran que Francisco, que es sumamente sensible a ese tema, va anunciar a última hora una reunión con ellos.
En el avión, el papa ha alabado el esfuerzo de Turquía a la hora de acoger a quienes huyen de la guerra en Siria, más de un millón y medio en la actualidad. «Turquía aporta mucha ayuda a una gran cantidad de refugiados», aseguró.
También se espera un mensaje de apoyo a la minúscula minoría cristiana turca, formada por unas 80.000 personas en un océano de 75 millones de musulmanes.
UNA VISITA BLINDADA
La llegada de Francisco a un país musulmán estará marcada por imponentes medidas de seguridad después de las amenazas lanzadas por la organización Estado Islámico, a las que el Vaticano no ha dado importancia.
El papa argentino no tiene programado paseos en papamóvil, ni baño de masas.
Según la prensa turca, 2.700 policías han sido movilizados en Ankara y 7.000 en Estambul. Numerosas calles, sobre todo aquellas de las zonas más turísticas, permanecerán cerradas.
Durante su permanencia, el papa se desplazará en un automóvil alemán blindado tal fue como impuesto por las autoridades turcas, que no aceptaron su pedido de viajar en un vehículo pequeño.
Después de las visitas a Jordania y Albania, se trata del tercer viaje de Francisco a un país de mayoría musulmana.
MENSAJERO DE PAZ
En una entrevista a la cadena de televisión del Vaticano, CTV, el número dos del Vaticano, el secretario de Estado Pietro Parolin, explicó el objetivo del viaje.
«El papa quiere ser mensajero de paz», aseguró el cardenal.
Parolin estima que para alcanzar la paz en Oriente Medio es necesario «deponer las armas y abrir el diálogo, la negociación», dijo.
«Es impensable una solución armada o una solución unilateral impuesta por la fuerza por alguna de las partes», recalcó.
Para la jerarquía de la Iglesia católica es necesario «entender y resolver» las causas del nacimiento de un fenómeno como el grupo Estado Islámico e invitó a denunciar «los apoyos políticos y económicos» que la organización recibe.
Para el portavoz del ministerio de Relaciones Exteriores turco, Tanju Bilgiç, la visita del papa servirá para hablar del «diálogo entre las civilizaciones, la xenofobia, la lucha contra el racismo y la situación política en la región».
El papa quiere sobre todo extender la mano a los ortodoxos y fomentar el sueño de unir a las iglesias.
El domingo, el papa participará en Estambul en la fiesta de San Andrés, santo patrono y cabeza de la Iglesia ortodoxa, una ceremonia que concluirá con la bendición ecuménica y la firma de una declaración conjunta.