Nishikori elimina a Djokovic y avanza a la final del US Open - 800Noticias
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NUEVA YORK, (AFP) – El japonés Kei Nishikori dio la gran sorpresa del Abierto de Estados Unidos al derrotar este sábado al serbio Novak Djokovic, número uno mundial, con parciales de 6-4, 1-6, 7-6 (7/4) y 6-3, para avanzar a su primera final de un torneo de Gran Slam.

Djokovic, campeón del US Open en 2011 y finalista en los últimos cuatro años en Flushing Meadows, fue superado en toda la línea por un combativo Nishikori, que ahora espera al vencedor de la otra semifinal entre el croata Marin Cilic y el suizo Roger Federer, pentacampeón del US Open.

Nishikori, de 24 años y décimo cabeza de serie, se llevó el triunfo al cabo de 2 horas y 52 minutos de juego, para convertirse en el primer tenista japonés en avanzar a una final de un torneo de Gran Slam.

«No sé lo que está pasando», dijo el asiático al pie de cancha, sin poder creerse todavía su hazaña. «Yo estaba un poco nervioso, en especial porque era mi primera semifinal en un Gran Slam, pero es simplemente increíble».

Camino a esta final, el ‘Samurai’ japonés eliminó en dos maratónicos partidos al suizo y tercer sembrado Stan Wawrinka en cuartos de final, y en cuarta ronda al canadiense Milos Raonic, quinto preclasificado.

«Increíble sensación de vencer al número uno y también jugar mucho mejor estos dos partidos, así que estoy muy feliz», añadió.

Entrenado por el legendario Michael Chang y el argentino Dante Bottini, Nishikori derrota por segunda vez en su carrera a Djokovic y ahora tiene balance de 2-2 ante el primer jugador del mundo.

Tal y como hizo hace tres años en el torneo de Basilea (Suiza), en su primer triunfo sobre Djokovic, Nishikori se dedicó a desgastar a su rival con un tenis de mucha movilidad y sorpresivos tiros por las bandas.

Con esa temible espada ha ido derribando favoritos, y amenaza los sueños de Federer de regresar al trono de Flushing Meadows.

Nishikori fue el que más rápido y mejor se adaptó a las duras condiciones climatológicas del partido, con más de 30 grados en la cancha y una humedad superior a 80 por ciento.

«Fueron un poco duras las condiciones hoy, se sentía un poco pesado y húmedo, pero supongo que me favoreció más, porque me encanta jugar partidos largos», acotó el nipón.

Nishikori no se dejó apabullar por el pedigrí de su rival y le plantó cara sin miedo, para conseguir el primer quiebre del partido en el set de arranque, que ante sorpresa de todos se llevó en 39 minutos con un concluyente 6-3.

El serbio hizo ajustes en la segunda manga y, viendo que su rival prefería jugar desde el fondo, comenzó a tirar ‘drops’ pegados a la red, que sorprendieron en más de una ocasión al ‘Samurai’ japonés.

Djokovic sacó su maestría para conseguir dos quiebres en el segundo tramo y anotarse el parcial 6-1.

«El comenzó a jugar mucho mejor, muy consistente y más agresivo, así que traté de olvidar el segundo set y concentrarme de nuevo, como me habían indicado mis entrenadores», indicó Nishikori.

El japonés comenzó a dar muestras de cansancio en el tercer set, cuando tuvo que levantar 9 bolas de quiebre para mantener su servicio. Empero, tomó un segundo aire y se adelantó 5-3 luego de quebrar.

Poco después, el mismo japonés se complicó al quebrarse con una absurda doble falta, para ir al tie-break tras un peleado 6-6.

Tres años antes, Nishikori había ganado otro tie-break a ‘Nole’, en Basilea. Ahora repitió y le volvió a ganar una minimanga a Djokovic (7/4), para echar el tercer parcial en su bolsa, 7-6.

Después de ésto, ya prácticamente el partido estaba escrito. Djokovic pujó por levantarse, pero siempre estuvo Nishikori con su espada lista para cortarle las alas.

«Espero que ésto sea una gran noticia en Japón», dijo Nishikori con una tímida sonrisa en su cansado rostro.

Ahora espera por su próximo rival, sabiendo que las cuentas están a su favor.

Ante Federer tiene balance de 2-2, con reparto de victorias este año y el detalle que su triunfo ante el ‘Maestro’ fue en el Masters de Miami, de pista dura.

A Cilic le ha vencido en cinco de siete ocasiones, las últimas tres consecutivas y tres de ellas este año.

No sería un absurdo ver ondear la bandera del sol naciente por primera vez en los 133 años de vida del US Open.

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