Nadal acaba con un viejo fantasma y se afianza en Wimbledon
LONDRES (AFP) – El tenista español Rafael Nadal sufrió este jueves en el torneo de Wimbledon para eliminar al checo Lukas Rosol, su verdugo hace dos años, pero acabó clasificándose para tercera ronda por primera vez desde 2011.
El resultado del encuentro en la cancha central del All England Club fue de 4-6, 7-6 (8/6), 6-4 y 6-4.
Rosol tuvo contra las cuerdas a Nadal. Le ganó el primer set y tuvo una bola para anotarse el segundo, pero la desaprovechó.
«La diferencia (con el partido de hace dos años) fue quizás un punto. Si hubiera perdido el punto de set en la segunda manga, si aquel golpe de derecha ajustado a la línea se hubiera ido fuera, quizás estaría ahora aquí con una derrota», explicó el español.
A partir de ahí el mallorquín voló hacia la victoria y todo adquirió el aire de normalidad que se le supone a un duelo entre el primer tenista del mundo y el número 52.
«Hay que estar al máximo aquí, sobre todo un jugador con mi saque, yo no voy a hacer 30 servicios directos. Hay jugadores que gracias a su servicio tienen la tranqulidad de saber que llegarán al juego de desempate sin hacer mucho cuando restan», explicó el mallorquín.
Nadal se rebeló al verse 4-2 abajo en la segunda manga y opuso combatividad a la agresividad de su rival. Así, se anotó tres juegos seguidos para ponerse 5-4.
Luego se llegó al 6-6 y al momento clave del partido, en el juego de desempate, con esa bola para anotarse el segundo set que Rosol desperdició.
El próximo rival de Nadal será el kazajo Mijail Kukushkin.
«No es tan buen servidor» como Rosol «pero es mejor desde el fondo de la pista», analizó Nadal, que llega a una tercera ronda de Wimbledon por primera vez desde 2011.
– Gasquet desperdicia 9 bolas de partido –
En el cuadro masculino, otro español superó la segunda ronda, Tommy Robredo, que se impuso al francés Adrian Mannarino por 6-4, 6-1 y 7-6 (7/5).
Robredo se medirá en la siguiente ronda al vencedor del partido entre el australiano Lleyton Hewitt -ganador en 2002- y el polaco Jerzy Janowicz.
También avanzaron el japonés Kei Nishikori (10º preclasificado), el canadiense Milos Raonic (8º) y el suizo Stanislas Wawrinka (5º), que se impuso al taiwanés Lu Yen-Hsun por 7-6 (8/6), 6-3, 3-6 y 7-5.
La lluvia al término de la jornada impidió acabar un buen número de partidos, entre ellos el que disputaban el colombiano Santiago Giraldo y el español Marcel Granollers.
El resultado era de empate a dos sets y ventaja de 2-1 para Granollers en el quinto.
El techo de la cancha central permitió que el suizo Roger Federer, cuarto cabeza de serie, y el luxemburgués Gilles Muller terminarán su partido, con victoria para el campeón helvético por 6-3, 7-5 y 6-3.
«Me pareció una competición de saques y estoy contento de ganar porque el segundo set fue duro con el retraso por la lluvia y me estaba costando restar su servicio», analizó Federer que anotó 25 servicios directos y ganó el 91% de sus puntos en el primer saque.
Pero el partido más llamativo fue el del francés Richard Gasquet, cabeza de serie número 13 y eliminado por un australiano de 19 años, Nick Kyrgios, 144º del mundo, tras desperdiciar dos sets de ventaja y nueve bolas de partido.
Kyrgios, de 19 años, afrontará en la próxima ronda al checo Jiri Vesely, 68º, que eliminó al francés Gaël Monfils en cinco mangas.
«Mi objetivo es ser el primer jugador del mundo», dijo Kyrgios, que estuvo apoyado por un grupo entusiasta de hinchas australianos.
– Serena gana y se enfada –
El cuadro femenino se quedó sin españolas tras las derrotas de Carla Suárez, Silvia Soler y Lourdes Domínguez.
La derrota de Suárez, decimoquinta cabeza de serie, ante la kazaja Zarina Diyas -7-6 (14/12), 5-7, 6-2-, fue una de las sopresas de la jornada porque la kazaja ocupa ocupa el puesto 585 en el ránking de la WTA.
La primera jugadora del mundo, la estadounidense Serena Williams, ganó pero se enfadó por las preguntas personales que le hizo la prensa.
Williams, de 32 años, acababa de vencer a la sudafricana Chanelle Scheepers por 6-1 y 6-1.
«LeBron. Dios mío», balbuceó en la última de una larga serie de preguntas que nada tenían que ver con la victoria, cuando un periodista quiso saber su opinión sobre el jugador estadounidense de básquet Lebron James.
Williams escondió la cara durante unos segundos y acabó mirando al moderador con la esperanza de que pusiera fin a la conferencia de prensa, cosa que hizo.