Estadios de la Copa América de Chile usados como centros de torturas por Pinochet
Santiago, Chile | AFP | Al menos tres de los nueve estadios donde se disputará la Copa América de Chile 2015 cargan con un doloroso pasado: fueron usados como centros de detención y torturas durante la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990).
«Pasamos hambre, frío, maltrato, vimos gente morir», recuerda a la AFP sentado sobre unas viejas galerías del Estadio Nacional de Santiago, Manuel Méndez, un jubilado de 66 años, que permaneció 50 días detenido en este lugar.
Este sector con viejas galerías de madera resquebrajadas se mantiene intacto, como vestigio de los horrores cometidos por la dictadura de Pinochet, que dejó un saldo de más de 3.200 víctimas.
«Donde tú estás pisando estaban nuestras camas, el piso eran nuestras camas. Sólo nos entregaron una frazada con la cual nos tapábamos y no podíamos dejarla ya que nos golpeaban», agrega Méndez.
Las galerías fueron preservadas tras una reciente remodelación total del principal recinto deportivo chileno y hoy, el pequeño sector ubicado en el ala norte del estadio, resalta entre los asientos de plástico rojo nuevos que fueron instalados.
Por este lugar, según recuerdan las víctimas, ingresaban los cerca de 40.000 presos políticos que fueron detenidos y torturados, algunos hasta la muerte, por agentes del nuevo régimen.
Otros miles de prisioneros permanecieron detenidos en el estadio de Playa Ancha, en el puerto de Valparaíso, y en el regional de Concepción (sur).
– La rutina del horror –
Sin saber de su destino o si volverían a ver a sus familias, los detenidos llegaban en camiones hasta los estadios, donde permanecían semanas encarcelados, durmiendo en los lúgubres y grises pasillos de ingreso a las graderías.
Muchos de los detenidos fueron sacados violentamente de sus casas o de sus lugares de trabajo, sin que sus familiares conocieran su destino.
Los recluidos no podían recibir visitas y muchas veces su presencia en estos lugares era ignorada para sus familiares.
En el Estadio Nacional de Santiago había un sector especial, bajo la tribuna presidencial, donde se encontraban los prisioneros de «mayor rango»: dirigentes sindicales y políticos afines al gobierno del derrocado presidente socialista Salvador Allende.
«Esa zona era conocida como el sector vip, donde pensábamos que recibían mejor trato, pero no era así. Ahí el maltrato era peor, tenían que hacer sus necesidades en el mismo lugar y dormir pegados unos a otros para no pasar frío», recuerda Manuel a la AFP.
Fue precisamente desde allí donde se le pierde el rastro a uno de los más famosos detenidos del Estadio Nacional: el periodista estadounidense Charles Horman, quien fue torturado y ejecutado en algún lugar del recinto deportivo.
Horman, un guionista que trabajaba para una productora de cine chilena, fue detenido por una patrulla militar tras ser acusado de realizar labores «subversivas», luego de denunciar actividades de la CIA contra la administración del entonces presidente Salvador Allende.
Su muerte inspiró un libro y la afamada película ‘Missing’ en 1982.
En este mismo lugar, se disputará el duelo inaugural de la Copa América entre Chile y Ecuador, el próximo 11 de junio, además de partidos de cuartos de final, semifinal y la final del torneo.
-El recuerdo a las víctimas-
En marzo de 2014 en el Estadio Nacional organizaciones de expresos políticos instalaron en uno de los accesos interiores del recinto deportivo un memorial en recuerdo de las víctimas, con algunos escritos hechos por prisioneros.
También instalaron grandes fotografías en blanco y negro, que muestra a los detenidos envueltos en frazadas parados en las graderías del estadio donde pasaban el día, en medio del frío y el hambre, según recuerda Manuel.
Otros dos memoriales se encuentran en las puertas principales del estadio y en un antiguo vestidor de una piscina olímpica, que era el lugar donde fueron detenidas las mujeres.
Cada 11 de septiembre, aniversario del golpe de estado que derrocó a Allende en 1973, miles de personas llegan hasta este lugar y lo inundan de velas encendidas en recuerdo de las víctimas que dejó este estadio cuando dejó de ser un recinto deportivo y se convirtió en un centro de torturas.