Esposa de Sterling insiste en que tenía poder para vender el equipo
LOS ANGELES (AFP) – La esposa de Donald Sterling, dueño de Los Angeles Clippers en la NBA, insistió el jueves en que tenía el poder de vender el equipo de baloncesto, en un testimonio judicial un día después de que el hombre la llamara «cerdo».
Shelly Sterling, quien se separó de su marido, pero no se ha divorciado, sonrió e intercambió bromas con los abogados y el juez, ante los reclamos del defensor de Donald Sterling, Maxwell Blecher.
«Él me dio una carta diciéndome que vendiera el equipo. Yo no tenía necesidad de removerlo como fideicomisario. Él me dio permiso para vender el equipo», señaló Shelly.
En el cuarto día del juicio, el abogado Blecher centró sus preguntas en el intercambio de correo electrónico entre Shelly Sterling, sus abogados y un perito médico, que diagnosticó a su marido con la enfermedad de Alzheimer.
El abogado de Donald trató de demostrar que el experto se había puesto de acuerdo con los abogados de la mujer.
Pero Shelly Sterling insistió en que no sabía nada acerca de los correos electrónico, y que su única preocupación era la salud de su marido.
«Yo quería saber lo que estaba pasando con sus cambios de humor, sus gritos. Había algo mal», dijo ella aludiendo a la ira de su marido con el mismo Blecher.
Shelly Sterling explicó detalladamente cómo le había dado su marido el poder de vender el equipo, haciendo hincapié en que él se había sentido «feliz» y aliviado de que ella firmara un acuerdo con el exjefe de Microsoft, Steve Ballmer, para vender la franquicia en 2.000 millones de dólares.
Cuando le preguntaron si ella se sorprendió cuando su marido cambió de opinión y decidió no vender, Shelly Sterling dijo: «No, eso es parte de la enfermedad».
El miércoles, Donald Sterling dijo a la Corte Superior de Los Angeles que fue «engañado» por su esposa para que éste pudiera ser declarado mentalmente incapacitado, lo que le permite vender la franquicia de Los Angeles Clippers, que ha tenido desde 1981.
Ese día, la mujer salió del tribunal visiblemente molesta por los insultos de su marido, que incluyeron: «¡Aléjate de mí, cerda!».
Donald, de 80 años, fue suspendido en abril pasado de por vida por la NBA luego de la publicación de conversaciones grabadas entre él y su novia Vanessa Stiviano en la que la critica por tomarse fotografías con personas negras y le dice que no los lleve a los juegos de los Clippers.