Los holandeses «profundamente decepcionados» por un partido «aburrido»
LA HAYA, (AFP) – Los aficionados holandeses pasaron este miércoles del aburrimiento por un partido que acabó 0-0 contra Argentina, a la ansiedad por la tanda de penales decisiva, y acabaron «profundamente decepcionados» tras perder la posibilidad de jugar la final del Mundial contra Alemania.
Reunidos en plazas públicas, cafés o en las casas, el pequeño país centroeuropeo se volcó para ver la semifinal de su selección contra Argentina, que acabó con el pase de los sudamericanos a la final en la tanda de penales (4-2).
«Estoy realmente muy decepcionado por haber perdido y por el partido en sí», dijo Maarten, de 34 años. «Fue largo y aburrido, sobre todo comparado con anoche», añadió, en referencia a la primera semifinal, en la que Alemania goleó a Brasil por 7-1.
«He creído (en la victoria) una o dos veces, sobre todo gracias a (Arjen) Robben», dijo este aficionado, vestido de naranja, con la bandera del país pintada en la mejilla: «Y perder en los penales es triste».
Otros hinchas se mostraron más alegres porque su equipo llegó lejos en el torneo brasileño: «Antes de la Copa, no pensaba que llegarían tan lejos. ¡Está muy bien!», declaró Frans, de 40 años.
Pese a que miles de personas desafiaron a la lluvia en la Gran Plaza de Groningen, al norte del país, el agua que cayó en el país a la hora del partido evitó grandes concentraciones.
En Ámsterdam, por ejemplo, se esperaban unas 30.000 personas ante una pantalla gigante, pero sólo se presentaron un millar.
Muchos optaron por quedarse en sus casas e invitar a amigos y familiares a ver el encuentro, como en el domicilio de Niels, de 29 años, que tuvo a una decena de invitados en su apartamento de Utrecht.
«Es un poco una tradición, aunque no para cada partido. Y aunque estemos a cubierto, vamos evidentemente vestidos de naranja», explicó.
Para muchos hinchas, los Robben, Van Persie y el resto de jugadores merecían algo más. «Éramos más fuertes que los argentinos, jugamos mejor», opinó Jelle, de 32 años y residente en Ámsterdam.
«Ha sido un buen encuentro a pesar de todo. Creo que podrían haber jugado mejor, quizá tuvieron miedo a perder y por eso permanecieron a la defensiva», señaló por su parte, Mike, de 37 años.
Todo el país estuvo detrás de su selección. Consejos municipales, conciertos o representaciones teatrales fueron suspendido para poder seguir en directo el encuentro.
Y aunque los sombreros, pelucas y maquillaje naranjas haya que guardarlos hasta el próximo partido, «la fiesta continúa», según Misja, de 46 años.