Mónaco sale del Emirates con pie y medio en cuartos de final
El Arsenal tendrá que ir a Mónaco a obrar el milagro después de una derrota por 1-3 en el Emirates Stadium tan sorprendente como merecida. El maleficio Gunner en esta ronda continúa. Lleva cuatro temporadas sin clasificarse (ante Barcelona, Milán y dos veces contra al Bayern) y salvo una gesta en el principado habrá una quinta. No obstante, el Mónaco, que en toda la primera fase solo metió cuatro goles, le hizo tres en 90 minutos para dejar en evidencia a su zaga y dejar la vuelta encarrilada.
El equipo de Arsene Wenger salió con un once netamente ofensivo: un solo mediocentro posicional (Coquelin) y Cazorla como segundo mediocentro para dejar a Alexis, Özil, Welbeck y Giroud en punta. Muy bonito en el papel, horrible en el verde. Así, salió en tromba y en los 10 primeros minutos amenazó con una victoria fácil. Fue un espejismo. Su dominio de balón quedó en eso; mucho toque pero nada de pólvora. La defensa del Mónaco demostró porque ha llegado a octavos con solo un gol en contra. Fue una muralla, dejó al Arsenal acercarse al área pero nunca a la meta de Subasic.
La frustración Gunner tocó techo en el minuto 38. Mientras sus constantes ataques quedaron en mera anécdota el Mónaco necesitó apenas media ocasión y un pellizco de fortuna para hacer su primer gol. Kondgobia sacó el misil desde fuera del área y encontró en el cuerpo de Mertesacker el aliado perfecto para despistar a Ospina y hacer el 0-1.
El Arsenal no reaccionó tras el descanso. Todo lo contrario. El endeble sistema compuesto de Wenger empezó a caerse a pedazos hasta que Berbatov encontró el segundo gol al contragolpe, en el minuto 53. Quedaba tiempo para que los Gunners taparan la herida. Pero otra vez fue al revés. Moutinho se hizo entonces el jefe del campo y el Mónaco amenazó con una brecha mayor al contragolpe. Oxlade-Chamberlain pareció cortar la sangre con un gol en el descuento pero acto seguido Ferreira-Carrasco convirtió el Emirates en una carnicería con el definitivo 1-3. El Arsenal queda casi sentenciado.
Fuente: AS
