Nadadora de EEUU Diana Nyad completa travesía Cuba-Florida
MIAMI, (AFP) – La nadadora estadounidense Diana Nyad, de 64 años, logró cruzar el Estrecho de Florida, que separa Cuba de Estados Unidos, convirtiéndose en la primera persona en atravesar los 170 kilómetros a nado sin una jaula de protección contra los tiburones.
«Nunca hay que rendirse», dijo Nyad ante las cámaras de televisión cuando llegó la tarde del lunes a una playa de Cayo Hueso, en el extremo sur del estado de Florida, donde una gran multitud se acercó a animarla después de pasar 52 horas y 54 minutos en el agua.
La atleta, quien partió el sábado del Club Náutico Internacional Hemingway, en el oeste de La Habana, cumplió así en su quinto intento su sueño desde hacía 35 años, anunció su equipo en Twitter.
«Nuestra #FearlessNyad (valiente Nyad) finalmente logró su #XtremeDream (sueño extremo) y alcanzó #TheOtherShore (la otra orilla)», indicó el tuit. «Un momento histórico que confirma que los #DreamsDoComeTrue (los sueños se hacen realidad)».
La nadadora, que creció en Miami rodeada de emigrados cubanos y escuchando hablar de la isla, había el viernes dicho en La Habana que con su aventura también buscaba acercar a Cuba y Estados Unidos, países distanciados por causas políticas desde hace medio siglo.
Pero la histórica travesía no fue fácil para Nyad, considerada en su época de esplendor la mejor nadadora de largas distancias del mundo, especialmente en la recta final, según su equipo.
Los médicos que vigilaban a Nyad en barcos de apoyo cercanos informaron el lunes que su lengua y sus labios estaban tan hinchados que su voz se había vuelto pastosa.
Nyad también experimentó un frío extremo durante la noche, dijeron.
Al acercarse a Cayo Hueso, una gran medusa apareció en el camino de Nyad. Para evitar que sufriera una picadura que la debilitara, varios buzos nadaron delante de la atleta.
En una muestra de resistencia, Nyad aumentó su velocidad promedio a 1,76 millas por hora (2,83 km/h) el domingo, después de más de 24 horas en el agua.
La nadadora llevaba puesto un traje de cuerpo entero que la protegía de las medusas. También contaba con una máscara especialmente diseñada para su cara, así como guantes y calzado para evitar picaduras de medusas.
El sueño de su vida
Nyad partió de Cuba el sábado en lo que dijo que sería su último intento de cruzar a nado el peligroso Estrecho de Florida sin una jaula antitiburones, con la esperanza de hacer el viaje en 80 horas, aunque lo logró en un tiempo muchísimo menor de 52 horas y 54 minutos.
Hace un año, Nyad puso fin a su cuarto intento por cruzar el peligroso tramo después de luchar contra tormentas eléctricas y enjambres de medusas durante más de dos días.
Su primer intento había sido en 1978, cuando tenía 28 años. Entonces fue la única vez de las cinco que lo hizo dentro de una jaula antitiburones, pero también desistió debido al mal tiempo luego de 42 horas en el mar. Las otras tentativas fueron en agosto y setiembre de 2011.
Su último récord de nado en alta mar, tanto para hombres como para mujeres, había sido en 1979, cuando nadó 165 kilómetros entre Bimini (Bahamas) y Cayo Hueso (Florida) -un viaje de aproximadamente la misma distancia que el trayecto Cuba-Florida, pero considerado mucho menos riesgoso.
Para realizar la prueba, la veterana nadadora contó, al igual que en las veces anteriores, con un equipo formado por cinco yates y cuatro kayaks, integrado por 36 personas, entre ellas varios buzos expertos en tiburones y una especialista en medusas, que creó una inyección que inhibe el efecto de las picaduras de las aguamalas.
Es «el cruce más famoso de nuestro tiempo», porque «muchos nadadores han probado sin cajas (jaulas antitiburones), pero nadie lo ha logrado», dijo Nyad el viernes en rueda de prensa.
El más reciente intento había sido el de la australiana Chloe McCardel, quien abandonó en junio pasado su empeño tras nadar 20 km, debido a una grave picadura de medusa, que la debilitó, según su equipo técnico.
La también australiana Susan Maroney era hasta ahora la primera y única persona que había logrado cruzar nadando el Estrecho de Florida, en 1997 cuando tenía 22 años, pero lo hizo protegida por una jaula antitiburones.