Nacional y San Lorenzo empatan 1-1 en la Final de Copa Libertadores
ASUNCIÓN, (AFP) – Con un gol en el último segundo del partido del Nacional de Paraguay, logró salvar un empate de 1-1 ante San Lorenzo de Argentina, en la ida de la final de la Copa Libertadores de América 2014 disputado este miércoles en Asunción.
San Lorenzo, el equipo preferido del papa Francisco, se puso adelante en el marcador con un tanto de Mauro Matos a los 64 minutos, dejando fríos a los 36.00 aficionados que acudieron al estadio Defensores del Chaco.
Pero en la agonía del encuentro, la ‘Academia’ guaraní logró el milagroso empate a los 90+3 con Julio Santa Cruz -hermano del internacional paraguayo Roque Santa Cruz- en la última jugada del compromiso.
El entrenador del plantel argentino, Edgardo ‘Patón’ Bauza, lamentó el accionar de sus dirigidos en los últimos 10 minutos de la contienda, cuando San Lorenzo perdió el control de la pelota, y señaló que la lesión del volante Néstor Ortigoza, a los 85, tuvo incidencia en el resultado final.
«La tenencia de la pelota se perdió cuando salió (Néstor) Ortigoza. Su salida nos perjudicó. Ellos metieron tres cambios ofensivos. Obligó a que surgieran pelotazos que era la única forma que podían llegar», sostuvo Bauza.
Su colega del cuadro paraguayo, Gustavo Morínigo, admitió la superioridad de los azulgranas argentinos y reconoció que su equipo lució nervioso e impreciso.
«Fuimos superados por San Lorenzo. Supo jugar bien y estuvo más tranquilo. Hubo mucho nerviosismo en mis jugadores», reconoció el entrenador paraguayo.
«Ellos se plantaron muy bien y por suerte Julio (Santa Cruz) nos dio una gran alegría», subrayó.
El ‘Cuervo’ se presentó en la capital paraguaya con un esquema completamente ofensivo, que sorprendió a los locales al soltar hasta a sus laterales para hacer la diferencia.
La defensa del cuadro tricolor guaraní tuvo una ardua labor para detener a Ignacio Piatti, Leandro Romagnoli y Mauro Matos, y frenar las incursiones de los laterales Enmanuel Mas por la izquierda y de Julio Buffarini por derecha.
Con la sentida ausencia del motor del equipo, Marcos Riveros, inhabilitado con un partido de suspensión, Nacional vaciló, jugó con miedo a perder el balón y le costó acomodarse.
Juan Arguello, el sustituto de Riveros, puso empeño pero le ganó la técnica, la habilidad y la rapidez de los volantes y delanteros rioplatenses.
Ambos equipos reservaron sus mejores jugadas en la segunda mitad, luego de un 0-0 en una deslucida primera parte.
San Lorenzo abrió a los 64 minutos la cuenta con un golazo de Mauro Matos.
Del lado derecho del campo vino un centro lanzado por Héctor Villalba con fuerza, tras jugada previa de Buffarini, que encontró bien parado a Matos justo en el punto penal y sobre la marcha remató de derecha fuerte al palo derecho adonde no llegó el meta Ignacio Don.
A los 67, el zaguero Leonardo Cáceres apagó el segundo grito de gol de los argentinos, con Don fuera de la jugada.
El técnico paraguayo Gustavo Morínigo arriesgó sus piezas y ordenó el ingreso de dos delanteros para buscar el empate, Julio Santa Cruz por el defensa Ramón Coronel y el juvenil Cecilio Domínguez por el atacante Julián Benítez.
Nacional logró cambiar de cara y sólo logró salvar los papeles cuando expiraba el partido, con un desesperado centro desde la media cancha lanzado por Marcos Melgarejo.
El balón fue capturado por el delantero Fredy Bareiro, el mejor hombre del conjunto albo.
Con el hombro, Bareiro le dio el pase a Santa Cruz para que este mandara el balón al ángulo izquierdo del arquero Sebastián Torrico con un remate en el área chica.
El partido fue equilibrado en el primer tiempo si bien la presión de San Lorenzo crispó los nervios de los dirigidos por Morínigo.
El partido de vuelta está previsto el próximo miércoles en el estadio Nuevo Gasómetro en Buenos Aires.
El ganador de la Copa, además de los millonarios premios en juego (2,3 millones de dólares), se hará a un lugar en el Mundial de Clubes de la FIFA en Marruecos (10 al 20 de diciembre).
