La ambición de McLaren sigue intacta pese a soplar 50 velas
PARÍS (AFP) – La escudería británica McLaren celebró este lunes su 50º aniversario, pocos días antes del Gran Premio de Italia de Fórmula 1, donde podrá seguir homenajeando en la pista a Bruce McLaren, el piloto neozelandés que, junto a unos amigos, fundó la firma un 2 de septiembre de 1963.
Cuando presentaron aquel día los estatutos de la «Bruce McLaren Motor Racing Limited», ni el joven McLaren, entonces 26 años, ni ninguno de sus asociados podían imaginar que medio siglo más tarde la escudería que llevaba el nombre del fundador se convertiría en uno de los mitos del deporte del motor, con sus 182 victorias en Fórmula 1.
Ninguno de aquellos apasionados del motor, que comenzaron en un pequeño taller de New Malden (Surrey) hubiese soñado tampoco entonces con el McLaren Technology Centre, inaugurado en 2004 por la reina de Inglaterra, ni con el McLaren Production Centre, bautizado en 2011 por el primer ministro David Cameron.
Ambas fábricas dan trabajo actualmente a los más de 2.000 asalariados que forman el McLaren Group, presentado a menudo como uno de los buques insignia de la industria británica.
La historia de esta empresa no puede resumirse en unas pocas palabras, por lo que un rápido vistazo al enorme palmarés deportivo, y no solo en Fórmula 1, da idea de la dimensión de la marca: los coches naranja (primer color dela escudería) dominaron la CanAM entre 1967 y 1972 con 42 victorias e incluso ganaron en tres ocasiones las míticas 500 Millas de Indianápolis (1972, 1974 y 1976) y una vez las 24 Horas de Le Mans (1995).
En una trágica coincidencia, fue al volante de uno de sus coches que Bruce McLaren se mató el 2 de junio de 1970, con solo 32 años, durante una sesión de entrenamientos privados en el circuito inglés de Goodwood.
Pese al drama, la saga continuó y los McLaren comenzaron a contruir su leyenda con las victorias en las 500 Millas de Indianápolis y con los primeros títulos en el mundial de Fórmula 1: el del brasileño Emerson Fittipaldi en 1974 y el del británico James Hunt en 1976.
Fueron esos dos los primeros títulos de los 20 que ostenta McLaren: 12 de pilotos y ocho de constructores.
La rivalidad entre el francés Alain Prost y el brasileño Ayrton Senna a finales de los años 1980 acabó por consagrar la leyenda de esta marca y por confirmar una de las piedras angulares de su filosofía: no hay primer y segundo piloto, excepto cuando haya en juego una carrera o un campeonato.
Esa máxima fue la que llevó al español Fernando Alonso a abandonar precipitadamente la escudería, a finales de 2007, al no soportar que se le tratase de igual a igual con respecto a un entonces joven llamado Lewis Hamilton.
En medio siglo de historia, de los talleres de Woking han salido también bellos coches deportivos, especialmente el soberbio McLaren F1 de 1993, diseñado por el ingeniero Gordon Murray, considerado por muchos como el más bello «supercoche» de todos los tiempos.
Sigue siendo el coche de serie más rápido jamás construido (capaz de alcanzar los 380 km/h) y de este modelo se hicieron apenas un centenar de unidades.
Su digno heredero, el P1 presentado en el salon de Ginebra en la pasada primavera, es también un gran coche, pero con un motor híbrido, puesto que los tiempos cambian.
Pero el Grupo McLaren dice estar preparado y
afronta con ambición el futuro, mientras que la escudería de Fórmula 1, dirigida por Martin Whitmarsh, se prepara ya para el futuro, con un cambio de motores (de los actuales Mercedes a Honda) a partir de 2015.
McLaren recuperará así una de las alianzas que forjaron su leyenda, con el fabricante japonés Honda, con quien logró ocho títulos de Fórmula 1 y 44 victorias en Grandes Premios entre 1988 y 1992.