De la Hoya regresa a los negocios «con una rama de olivo en las manos»
LAS VEGAS, (AFP) – Separado de la empresa promotora de boxeo que fundó hace 12 años para completar una rehabilitación por abuso de drogas y alcohol, Oscar de la Hoya regresó a los negocios este sábado «con una rama de olivo en las manos», para antiguos enemigos y a amigos que amenazan con abandonarle.
El excampeón mundial y actual presidente de la compañía Golden Boy Promotions (GBP) ofreció una rueda de prensa en el hotel-casino MGM Grand de Las Vegas, horas antes de la pelea de unificación de títulos entre su protegido argentino Marcos Maidana y el estadounidense Floyd Mayweather.
De la Hoya habló de su reciente acercamiento a su viejo rival Bob Arum, los problemas que esta relación le han causado con su principal ejecutivo Richard Schafer, y la decisión de poner definitivamente en orden su vida y salvar su compañía.
«Ante todo quiero decirles que estoy muy contento de estar acá de nuevo con ustedes, y mi decisión de pelear por mi vida, por mi familia y mi compañía», dijo.
«He pasado momentos difíciles, pero estoy de vuelta, con una rama de olivo en las manos por el bien del boxeo».
El llamado Golden Boy explicó que pasó por momentos difíciles en su rehabilitación, pero también el tiempo alejado del boxeo le sirvió para reflexionar sobre su futuro y su vida.
«No estaba bien. Me caía y levantaba. Subía y bajaba, y he decidido pelear y ganar esta pelea, la pelea de mi vida, porque el boxeo es el deporte que amo, y Golden Boy Promotion es mi razón de ser», aseguró.
A la sombra de Bob Arum
El nuevo Oscar de la Hoya parece querer dejar atrás los lastres de sus enemistades, y en ese propósito buscó un acercamiento con su antiguo padrino y promotor, Bob Arum, presidente de la empresa rival Top Rank.
«Sí, me reuní con Bob Arum pero fue una reunión entre viejos conocidos, que tuvieron muchas cosas y vivencias en común», afirmó. «Recordamos esos tiempos, momentos buenos y malos, nos reímos mucho, pero nunca discutimos planes ni hablamos de negocios».
Arum fue quien llevó a De la Hoya a un título mundial, fama y dinero, luego de que el mexicano-estadounidense ganara el oro olímpico en los Juegos de Barcelona 1992.
«Le tengo mucho cariño a Bob (Arum) porque él realmente me ayudó mucho en mi carrera. Pero no hay una razón por la que nuestras relaciones no puedan ser amistosas. Quizá nunca va a ser una amistad de negocios, pero quizá si. Y si se puede hacer, creo que eso beneficiará al boxeo», aseguró.
El acercamiento con Arum no le gustó a Richard Schaefer, que según cierta prensa ha manifestado sus intenciones de abandonar a De la Hoya y GBP para probar fortuna con otra empresa.
«Me senté con Richard, pusimos todas la cartas sobre la mesa, hablamos con franqueza. No quiero que él se vaya. Es tiempo de extender una rama de olivo. No tengo nada contra Richard. Pero al mismo tiempo tengo que pelear por mí y mi familia», manifestó.
De la Hoya está en una encrucijada, pues Schaefer fue quien le sacó del hoyo en que se encontraba tras romper con Arum. También resultó el arquitecto de su imperio millonario, que abarca bienes raíces, acciones en franquicias profesionales, y el boxeo.
De la Hoya confesó que en estos momentos abogados suyos y de Schaefer están negociando la continuidad o ruptura de los negocios. Pero también se mostró decidido a defender la compañía que creó en 2012, para darle «un trato justo a los boxeadores y evitar que los exploten».
«Esta es la pelea de mi vida. Puedo pelear, puedo ganar. He caído y me he levantado, pero nunca me rendiré», concluyó.