Mundial-2014: Lo que tenía que ser robado «ya lo fue», dice directora del COL
SAO PAULO (AFP) – La directora del Comité Organizador Local (COL) para la Copa del Mundo en Brasil, Joana Havelange, publicó este martes en una red social un polémico texto de oposición a las protestas contra el Mundial, en el que dijo que «lo que tenía que ser gastado, robado, ya lo fue».
La hija del expresidente de la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF) Ricardo Teixeira, y nieta del expresidente de la FIFA Joao Havelange, compartió este texto a sus 671 seguidores en la red social Instagram.
A las 14H30 locales (17H30 GMT), el escrito había sido retirado de la cuenta, según la prensa local, ya que el perfil de Havelange es privado.
«No apoyo, no comparto y no vestiré de negro en ningún día de partido del Mundial. Quiero que la Copa se desarrolle de la mejor forma. No voy a hinchar en contra, porque lo que tenía que ser gastado, robado, ya lo fue. Si había que protestar, que se hubiera hecho antes. Quiero que quien llegue de fuera vea un Brasil que sepa recibir, que sabe ser amable. Quiero que quien venga, quiera volver. Quiero ver un Brasil bonito. Mi protesta contra la Copa será en las elecciones. Además, destruir lo que tenemos hoy no cambiará lo que sea hecho mañana», leía.
El texto de Joana Havelange fue divulgado en medio de una serie de huelgas y protestas contra el Mundial y por la mejora de los servicios públicos en Brasil, a 16 días del comienzo de la Copa del Mundo en Sao Paulo.
La selección brasileña fue recibida el lunes en el primer día de su concentración para la Copa por un grupo de 200 profesores en huelga, que trataron de bloquear la salida del autobús de la selección del aeropuerto de Rio de Janeiro.
Este martes otra de las ciudades sede de la competición, Salvador, padecía un paro de autobuses y en Brasilia unos 500 líderes indígenas se sumaban a la ola de protestas reclamando mejoras para sus pueblos.
De otro lado, Ronaldo, también miembro del COL, sorprendió al país al final de la semana pasada cuando dijo sentirse «avergonzado» por el retraso en las obras para el Mundial-2014 y la desorganización en las infraestructuras que quedarán como legado para los ciudadanos tras el megaevento.
Se estima que la organización de la Copa del Mundo tendrá un coste de 11.000 millones de dólares para los contribuyentes brasileños.