Scolari padece la presión del Mundial a solas
BELO HORIZONTE, (AFP) – Una nueva clasificación por disputar y perder es una posibilidad, Brasil quiere hacer de éste su Mundial y la ansiedad aumenta con cada partido. Pero Luiz Felipe Scolari sólo transmite optimismo a sus jugadores y la presión se la queda y la padece en soledad.
El último partido de la fase de grupo representaba el boleto a octavos. Guiados por su astro Neymar, Brasil avanzó como primera de grupo con goleada contra Camerún (4-1) y entra ahora en la fase de eliminación directa: Chile viene primero, después podría ser Uruguay o Colombia y así hasta llegar a la soñada final.
«Con cada fase que vamos pasando tenemos un gran chance de llegar a la final y hay sólo los chances que hay. Hay que cuidar de una serie de detalles, de entrenamientos», explicó Scolari el viernes en una rueda de prensa en Belo Horizonte (sudeste), donde enfrentará a Chile en la siguiente fase.
Luiz Felipe Scolari es el artífice del pentacampeonato de 2002, cuando pocos apostaban en la Seleçao, pero una derrota este viernes podría ponerlo en la historia como el entrenador que perdió el título en casa… de nuevo. ¿Tendrá Brasil una nueva oportunidad de organizar un tercer Mundial? Entre el primero y el segundo pasaron 64 años.
Escalón por escalón, insiste Scolari a sus muchachos, que en su mayoría no tienen experiencia mundialista (cinco de 23 participaron de otra edición del torneo).
Ante Chile, que enfrenta en Belo Horizonte (sudeste) el equipo muestra un 80% de aquel ‘dream team’ que terminó campeón de la Copa Confederaciones. Brasil trastabilló en los primeros dos escalones -con Croacia (victoria 3-1) y México (0-0)- pero ante Camerún estuvo más compacto, equilibrado y con mucha fuerza.
– Para ellos, para él –
Antes de los octavos, Brasil modificó la rutina de entrenamientos, dio un día de descanso pero mantuvo a los jugadores en el centro de entrenamiento. Todo debía estar completamente controlado.
«Es normal que se sienta una molestia, una ansiedad, principalmente en la fase de «mata-mata» [partidos de eliminación directa]. No podemos errar, quedamos un poco más involucrados, diferentes, más asustados, más nerviosos. Es normal en una competencia, no es por ser Brasil sino por tratarse de Mundial», explicó este viernes el DT en una rueda de prensa.
Le pasó al capitán Thiago Silva, de los mejores zagueros del Mundo, que fue traicionado por la ansiedad en ese primer juego en Sao Paulo, con un estadio lleno apoyándoles. Eso también presiona.
«Le estaba diciendo a Felipao en el campo [del Mineirao que ambos reconocieron; el equipo entrenó en otro estado, ndlr.] que es una situación complicada esa de la ansiedad, pero tenemos que controlarla de mejor manera. En el primer juego no parecía Thiago Silva, me pregunté si me había olvidado de jugar», dijo también en la rueda de prensa.
Por ello es importante cada palabra que pueda pasar este especialista en selecciones.
«Cuando estoy con ellos no puedo pasarles mis problemas (…) ahí les estoy pasando todo lo que he vivido, una serie de situaciones buenas, pasando mi confianza y todo más», dijo. «Felipao es un tipo que nos ayuda mucho, que nos motiva, que nos emociona», dijo Silva casi conteniendo las lágrimas.
Pero cuando cierra la puerta de la habitación y está solo comienza la procesión: «me quedo solo razonando qué hacer, cómo hacer, [determinar si está el] equipo listo o no listo, qué vamos a decirles, ahí es que me siento solo e inseguro».
Y en el estadio desde el banquillo, lo mismo, esperando el primer chute, el primer pase.
Sí, son humanos.