El DT de Argentina tendrá como desafío neutralizar a Roben, Van Persie y a Sneijder
BELO HORIZONTE, (AFP) -Argentina enfrenta el miércoles en las semifinales del Mundial a uno de los equipos más potentes en ataque en lo que va de Brasil-2014, y por ello buena parte de sus posibilidades pasarán por ‘secar’ a los artilleros Arjen Robben y Robin Van Persie y aislar al armador Wesley Sneijder, un duro desafío.
Desde el inicio del torneo, la selección de Alejandro Sabella ha sido criticada por sus problemas defensivos, corregidos en cuartos de final ante Bélgica, donde se vio lo mejor de Argentina en ese aspecto en sus cinco partidos disputados en tierras brasileñas.
Sabella probó con Martín Demichelis como primer central junto a Ezequiel Garay, una variante que sumada al ingreso de Lucas Biglia por Fernando Gago en el mediocampo para ayudar a Javier Mascherano permitieron a la Albiceleste mostrarse más compacta.
«Al equipo la seguridad defensiva le da un grado de confianza más», admitió Mascherano de cara al choque con Holanda, destacando que Argentina fue «compacta» y «cubrió muy bien las entrelíneas» ante Bélgica.
Pero con el pase a las semifinales, al equipo de Lionel Messi le llega una prueba de fuego contra un rival que ha marcado 12 goles (contra 8 de Argentina) y que tiene como marca de fábrica un contragolpe letal, sobre todo con la velocidad supersónica de Robben.
«¿Parar a Messi? ¿Y cómo van a parar ellos a Robben?», preguntó en ese sentido con tono irónico el exdelantero de Holanda y colaborador principal del entrenador Louis Van Gaal, Patrick Kluivert.
Es cierto que Robben y Van Persie, con tres goles cada uno en Brasil-2014, no han marcado en los últimos dos partidos, pero ha sido más bien una cuestión de fortuna que de falta de ocasiones, especialmente contra Costa Rica en cuartos de final.
«Sabemos que vamos a jugar contra un equipo que es de lo mejor contragolpeando, por la velocidad que tienen sus hombres de adelante», dijo en ese sentido Mascherano.
Por ello, Argentina necesitará que «las vigilancias a los delanteros y al medio punta, en el caso de Sneijder, sean muy cercanas» para «no darle espacios para correr». «Corriendo son más rápidos y más fuertes que nosotros», aceptó.
Si la concentración defensiva será clave, habrá otro aspecto fundamental para que el dispositivo argentino surta efecto: el control del balón y la cautela a la hora de atacar.
Con las bajas por lesiones en los ‘Cuatro Fantásticos’ del ataque (Messi, Gonzalo Higuaín, Sergio Agüero y Ángel di María), Sabella armó en los últimos dos partidos con Suiza y Bélgica una estructura más conservadora, acorde a su verdadera filosofía de juego.
Biglia y Enzo Pérez en la mitad de la cancha, más el aporte de Ezequiel Lavezzi retrocediendo a ayudar, le permitieron formar una telaraña que ahogó a la estrella belga Eden Hazar y su compadre Kevin de Bruyne, tal como sus rivales intentan habitualmente con Messi.
Así, el mediocampo dejó de ser una zona de rápida transición buscando el desequilibrio de Messi y compañía, una apuesta que traía aparejado el riesgo de pérdidas en ataque con un equipo descompensado atrás.
Este concepto de «ataque selectivo» y no permanente fue puesto de relieve por Mascherano, conocido por ser el «entrenador» argentino dentro del campo a raíz de su capacidad para leer el juego.
La manera de defenderse ante Holanda será «a través de la posesión de la pelota para tener el control del juego y tratar de elegir los momentos de cuándo atacar», explicó.
Argentina deberá «estar siempre bien parada» y «no perder pelotas innecesarias en zonas que tienen mucho riesgo», como le sucedió en la fase de grupos ante Irán y Nigeria y en el primer tiempo de octavos de final con Suiza.
«Estas instancias se juegan con el corazón, con el alma, pero eso no te alcanza si no sos inteligente en el aspecto táctico», sentenció el hombre con más de cien batallas con la celeste y blanca que quiere la gloria tras varias frustraciones.