A cuatro días del Mundial, la justicia brasileña se pronuncia sobre la huelga de metro de Sao Paulo
SAO PAULO, (AFP) – La justicia brasileña se pronuncia este domingo sobre la legalidad de la huelga de los empleados del metro de Sao Paulo, que amenaza con perturbar la inauguración del Mundial, a cuatro días de que la megalópolis acoja el primer partido del campeonato.
El Tribunal Regional del Trabajo de Sao Paulo celebra una audiencia a las 10H00 locales (13H00 GMT) para decidir si esta huelga que afecta desde el jueves a tres de las cinco líneas de la red del suburbano es abusiva o perfectamente legal.
«Independientemente de lo que decida el Tribunal por la mañana, nosotros votaremos en una asamblea a las 14H00 si continuamos o no con la huelga», dijo a la AFP una portavoz del sindicato de trabajadores del metro en la tarde del sábado.
Los huelguistas amenazaron incluso con mantener el paro durante el Mundial, si no obtienen las mejoras salariales que demandan, de al menos 12,2%, mientras que rechazaron el viernes la contraoferta de 9,5% del gobierno del estado de Sao Paulo.
Una medida de este tipo perturbaría seriamente el acceso al Arena Corinthians, sede del partido inaugural del Mundial el próximo jueves, y que está especialmente diseñado para que los hinchas lleguen en metro.
El Brasil-Croacia, que dará inicio al Mundial-2014, reunirá alrededor de 65.000 espectadores, además de contar con la presencia de la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, y de otros once jefes de Estado.
«Mientras tenga fuerza, el movimiento va a continuar y puede que llegue hasta la Copa del Mundo», dijo a la AFP este sábado Rogerio Malaquías, portavoz del sindicato de los ‘metroviarios’.
La paralización del metro sumergió a la ya habitualmente sobrecargada megalópolis brasileña de 20 millones de habitantes en un caos urbano el jueves y el viernes.
Ambos días se registraron hasta 250 kilómetros de atascos en la temible hora punta, así como filas interminables de ciudadanos que aguardaban horas en las paradas de autobús para tratar de llegar a sus trabajos.
Aunque el fin de semana es más tranquilo en el tránsito de la capital paulista, este sábado se registraron de nuevo congestiones en las carreteras que conducen hacia la zona este de la ciudad.
Si este domingo el sindicato de trabajadores del metro opta por continuar con la huelga durante la semana, cuando unos 4,5 millones de personas utilizan a diario el metro, todo apunta a que se reproduzca la pesadilla de jueves y viernes.
Esta paralización se enmarca en una ola de movimientos sociales, en los que han protestado desde los conductores de autobús hasta los policías, pasando por los vigilantes de bancos o profesores.
Estas huelgas han reavivado las históricas manifestaciones de junio de 2013 cuando, en plena Copa Confederaciones de fútbol, los brasileños salieron masivamente a la calle para denunciar el elevado gasto en la organización del Mundial, así como para exigir mejores servicios públicos.
Las intensas manifestaciones tomaron entonces por sorpresa tanto a las autoridades locales, como al gobierno federal y la FIFA.
Estos movimientos sociales, sumados a las amenazas de manifestaciones de los colectivos anti-Mundial, se enmarcan en un escenario de crecimiento económico en punto muerto, aumento del coste de la vida, y un clima pre-electoral.
Muchos ingredientes en un peligroso cóctel para las autoridades brasileñas, que prometieron organizar «la Copa de las copas».
Pero en medio de las huelgas y las reivindicaciones sociales, esta segunda Copa del Mundo que organiza Brasil (después de la de 1950), ya va tomando forma en el plano deportivo con la llegada progresiva de las 32 selecciones participantes.
Este sábado llegaron a Brasil las selecciones de Colombia, sin su lesionado ídolo Falcao, Japón y México, que desembarcó en por la noche en el balneario de Santos, en la costa paulista.
En tanto este domingo, tres selecciones de peso se sumarán: Alemania, Inglaterra y la vigente campeona, España. El equipo de Vicente Del Bosque llegará a su campo base de Curitiba (sur) después de vencer este sábado en Washington a El Salvador (2-0) en su último partido preparatorio y con las esperanzas puestas en la buena progresión de su delantero Diego Costa.
Cinco días más tarde, la ‘Roja’ reeditará la final del Mundial-2010 junto a Holanda, en el que será el primer gran choque de este Mundial.
Por su parte, los italianos realizarán este domingo los últimos ajustes en un amistoso contra el club carioca Fluminense, mientras que Francia, todavía impactada por la ausencia de Ribéry, se enfrentará a Jamaica en Lille (norte de Francia), antes de partir hacia Brasil el lunes por la mañana.