Costa Rica, la cebra que se convirtió en león
RECIFE, (AFP) – Desde su llegada al Mundial, a Costa Rica le han llamado «zebra» (cebra), el término que en Brasil se utiliza para aludir a lo inesperado, a los equipos con los que nadie parece contar en un principio. Ahora los ticos, ya en cuartos de final, se han convertido en depredadores.
Lo que en otros países se conoce como «Cenicienta», «outsider», «revelación» o con otros términos similares, en el país del Mundial-2014 tiene una alusión animal que se remonta al siglo XIX, cuando el barón Joao Batista Viana Drummond, impulsor del parque zoológico del barrio de Santa Isabel de Rio de Janeiro, ideó una manera de incrementar las visitas.
Fue con un juego de azar, en el que cada persona recibía con la entrada un boleto con un animal y si al final de la jornada ese boleto coincidía con «el animal del día», se ganaba el premio, el reembolso de varias veces el importe de lo pagado por el ticket.
En la lista de 25 animales estaba el león, el tigre, el oso, el cocodrilo, el pavo o la vaca, entre varios otros. Pero no la cebra. Luego la práctica se popularizó fuera del zoo y dio pie al «Jogo do Bicho», una práctica ilegal que ha gozado de cierta relevancia.
De aquel juego del barón Drummond, en Brasil ha quedado el término «zebra» para designar a alguien que no está en la lista, al que no se le espera, que parece invisible pero que también está ahí.
Y así se consideraba a la ‘Sele’ desde el día uno, sobre todo estando en un potente grupo junto a tres excampeones mundiales, Uruguay, Italia e Inglaterra. La prensa brasileña solía ampliar su nombre a «La zebra Costa Rica» e incluso antes del partido ante Grecia (victoria tica 5-3 en penales tras empate 1-1) se calificaba al choque de Recife como «una pelea de cebras».
– Confianza en el equipo –
Antes del partido ante los helenos, los integrantes del equipo costarricense fueron preguntados por esa consideración de «cebras» y si se sentían molestos por ese término.
«Llegamos con el sobrenombre de cebra, pero hemos sorprendido al mundo futbolístico. Nosotros confiábamos en que podíamos hacer las cosas bien. No tenemos un techo fijo, queremos llegar lo más largo posible. No sé hasta dónde vamos a llegar, espero que bastante lejos», afirmó el mediocampista Michael Barrantes.
Su seleccionador Jorge Luis Pinto ha ido avisando en los últimos días que Costa Rica no tiene complejo de inferioridad ante nadie y que aspira a lo máximo en este Mundial. Por eso ahora se ve capaz de eliminar a Holanda, el sábado en su cuarto de final en Salvador de Bahía.
«Somos hombres ambiciosos, queremos crecer más. Vamos a enfrentarnos a un equipo importantísimo, de talla mundialista, con jugadores de gran calidad. Ya mandé grabar el partido de Holanda (ante México el domingo, 2-1). Vamos a analizar bien a Holanda y a pensar qué hacer en el próximo partido», avanzó tras el partido ante los griegos.
Un equipo que se ha ganado el elogio de todos y que ya ha hecho historia: ninguna selección de Costa Rica había llegado tan lejos en el torneo, ni siquiera el mítico plantel de Italia-1990, que se quedó en los octavos de final al perder 4-1 con Checoslovaquia.