Bélgica vence al final 1-0 a Rusia y se clasifica para octavos de final - 800Noticias
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RÍO DE JANEIRO, (AFP) – La selección belga de fútbol venció este domingo 1-0 a Rusia en el estadio Maracaná de Rio de Janeiro y se clasificó para octavos de final del Mundial de Brasil-2014 en el Grupo H.

El atacante Divock Origi, que arrancó el encuentro desde el banco, hizo el único tanto del partido al rematar un gran pase de Eden Hazard (88).

De esta forma, Bélgica lidera la llave con seis puntos seguida de Rusia, con tres. Corea del Sur y Argelia completan el grupo.

A Bélgica le están pesando las expectativas iniciales, que la situaban como una de las sorpresas positivas de la competición debido al inmenso talento que albergan futbolistas de la talla de Hazard, Romelu Lukaku, Axel Witsel o Vincent Kompany.

En la primera jornada, ante Argelia, se vieron obligados a remontar un 1-0 en contra en los últimos minutos y acabaron llevándose la victoria por el empuje y la determinación de varios de sus suplentes. Porque Bélgica es mucho más que once futbolistas.

Así, su seleccionador Marc Wilmots agitó la formación titular y movió los hilos en busca de un fútbol más vistoso y de control desde el principio. Para ello, retiró al extremo Nacer Chadli y al centrocampista Moussa Dembélé y dio entrada a Marouane Fellaini y, sobre todo, a Dries Mertens, el mejor de los ‘Diablos Rojos’ en la primera mitad.

Por su parte, el italiano Fabio Capello, el técnico mejor pagado de toda la Copa del Mundo, mantuvo en la alineación al arquero Igor Akinfeev, que falló calamitosamente en el estreno ruso 1-1 ante Corea del Sur, y formó con un equipo que juega 100% en el campeonato local.

Bélgica volcó su juego en la banda derecha de Mertens y éste no defraudó, protagonizando las acciones de mayor mérito de los primeros 45 minutos.

El jugador del Nápoles italiano desbordó cuanto quiso y se hizo amo y señor del choque con sus fulgurantes internadas por el carril diestro.

No en vano, centró varias veces con mucho peligro pero sin la suerte de encontrar un rematador (13, 26, 35) y disparó en dos ocasiones sin la fortuna de ver portería (16, 21). Regates, verticalidad y la constante sensación de poder decantar el encuentro cada vez que agarraba la pelota.

En cambio, Rusia se chocó contra un muro llamado Thibaut Courtois, que despejó con los puños los dos disparos más inquietantes de Viktor Fayzulin (11) y Maxim Kanunnikov (29).

Al borde del descanso, en la oportunidad más clara del partido, el ariete Alexander Kokorin, con todo a su favor, cabeceó fuera un centro medido de Denis Glushakov (43). El artillero y, junto a él, todo su país, conscientes de la importancia de ese error, se echaron rápidamente las manos a la cabeza, incrédulos.

 

– Hazard al rescate –

 

Tras el paso por los vestuarios, el miedo a perder pareció imponerse, con poco acierto en los pases y mucho conservadurismo por parte de ambos equipos, que se contentaban con no sufrir y esperar un error del rival.

Ambos técnicos movieron sus bancos en busca de la reacción, sin éxito.

Sólo un buen tiro del lateral ruso Andrey Eschenko (80) y, sobre todo, un lanzamiento de falta al poste del belga Kevin Mirallas (83), despertó al público del Maracaná, que bostezaba ante el flojo espectáculo del terreno de juego.

Con el final del partido a la vuelta de la esquina, Hazard, desaparecido hasta entonces, decidió la contienda con una acción individual al alcance de muy pocos: el atacante del Chelsea controló el balón en la izquierda, dribló a varios defensores y le dio una asistencia perfecta al joven de 19 años Origi, que ‘sólo’ tuvo que empujarla dentro de las mallas.

Mirallas pudo ampliar la ventaja en el tiempo de descuento pero Akinfeev atajó su disparo con las piernas.

Las estrellas brillan más cuando la noche es más oscura y Hazard iluminó a los suyos cuando más echaban en falta su luz.

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