¿Se puede aprender a manejar el sufrimiento?, por María García de Fleury
Por: María García de Fleury
Hay un secreto para manejar el sufrimiento, ese secreto es desarrollar la parte espiritual, el espíritu debe ser alimentado de manera tal que pueda librarse del cuerpo y triunfar por sí solo, la fe cristiana no ofrece la salud del cuerpo, la fe cristiana ofrece la salud del alma. Cuando no tenemos nada en qué apoyarnos Dios siempre está ahí a nuestro lado, tanto Dios a lo largo de la Biblia como Jesús en varias ocasiones dijo: “No temas, yo estoy contigo”.
El sufrimiento y el dolor no son simples fenómenos físicos, las actitudes de miedo, falta de esperanza y de inutilidad afectan el grado de sufrimiento. El gran mensaje del sufrimiento es la necesidad de reenfocar la vida, usemos nuestra enfermedad como excusa para decirle que no a cosas que no queramos hacer y para probar cosas nuevas que den alegría y que armonicen con nuestra forma de ser y con lo que queremos en la vida.
Hay una onda de esperanza encerrada cuando intentamos ser quienes no somos, cuando intentamos ir en contra de la naturaleza la vida no nos funciona. Cuando uno sufre, cuando uno está enfermo, es muy importante concentrarnos en vivir.
Amigos, un diagnostico grave, un sufrimiento grande no son sentencia de muerte, así como hay atardeceres siempre amanece, comprométete con la vida, decide vivir cada momento de la vida lo más plena, feliz y productivamente posible, comprométete con tu salud, bienestar y felicidad como una realidad, no como un sueño a distancia. Quizás no sepas en este momento cómo lo vas a hacer; en lugar de decirte “no sé cómo voy a vivir mi vida plenamente de manera de comprometerme”, empieza comprometiéndote con algo que sea manejable para ti y luego sal a descubrir cómo lo vas a hacer.
Todo esto puede resumirse en una frase: “la voluntad crea la habilidad para hacer”, ten la voluntad de vivir tu vida plenamente, la habilidad, los métodos y las oportunidades de alguna forma van a aparecer.
Dice el doctor Victor Frankel en su libro “El hombre en busca de sentido” que el ser humano no es una cosa entre otras cosas, las cosas se determinan unas a las otras, pero el ser humano en última instancia es su propio determinante, lo que llegue a ser dentro de los límites de sus facultades y su entorno lo tiene que hacer por sí mismo.
Dice Victor Frankel que los campos de concentración en aquel laboratorio vivo observaban y eran testigos de que algunos de sus camaradas actuaban como cerdos, mientras que otros se comportaban como santos. El ser humano tiene dentro de sí ambas potencias, de sus decisiones y no de sus condiciones depende cuál de ellas se manifieste, y termina diciendo el doctor Frankel: “El hombre es ese ser que ha inventado la cámara de gas de Auschwitz, pero también es el ser que ha entrado en esas cámaras de gas con la cabeza erguida y el padre nuestro o el Shema de Israel en sus labios, demostrando que es libre y toma sus propias decisiones.
El dolor y el sufrimiento están entre nosotros amigos, tenemos que responder frente a ellos, a través del sufrimiento estamos llamados a superarnos a nosotros mismos. Hoy que es día del profeta San Eliseo, cuyo nombre significa Dios es mi salvación, pidámosle que frente al sufrimiento esta sea nuestra frase preferida: “Dios es mi salvación”, ¿Por qué?, porque con Dios ¡siempre ganamos!