Santoral del día 03/06/2015
Día 3
SAN CARLOS LWANGA Y COMPAÑEROS MÁRTIRES DE UGANDA
En el presente Santoral, el autor indicará aquí, los datos de gran número de estos mártires, no de todos. Siendo ellos tan importantes para la vida de la Iglesia en África, al honrarlos con varias páginas, admirados la inmensa labor evangelizadora en el gran continente africano.
San Carlos pertenecía al clan del Antílope y había entrado en la corte de Kabaka Mwanga cuando tenía 20 años de edad.
Era un joven atlético, de noble porte, fuerte y ágil, campeón indudable en la lucha. Inteligente y prudente, el rey lo había puesto al frente del grupo más numeroso de sus pajes, unos cuatrocientos, puestos de evidente confianza pero que resultaba ,uy espinoso para un cristiano en la corte de un rey corrompido.
Bautizado el 14 de noviembre de 1885, intento mantener por un lado la disciplina entre los pajes y por otro lado hurtarlos a la lascivia del Kabaka. Para ello se valía de mil ingeniosidades, procurando que siempre eran convocados estuviesen en otra cosa los que más podían llamar la atención de lujuría del rey.
La noche en que por fin el Kabaka bajo la presión del katikkiro decidió el exterminio de los cristianos, Carlos se reunió en la cabaña de las recepciones con algunos pajes cristianos, a los que animó a permanecer fieles en la fe.
Lamentaban algunos de ellos ser todavía solamente catecúmenos, pero Carlos entendió que era una de las circunstancia en que por estar en peligro de muerte estaba autorizado a cualquiera a proceder a administra el Bautismo. Así bautizó a los que serían mártires días más tardes Kizito, Gyavira, Mugagga, Mbaga, Tuzinde.
Por haber sido animador y sostén de la religiosidad de los pasajes cristianos, a Carlos se le quemó a fuego lento. El verdugo se mofaba de él preguntándole si estaba allí su Dios para ayudarle. Pero Carlos le respondió desde el fuego, despreciando los tormentos e invitando a su verdugo a temer a Dios. Poco a poco el fuego acabó con la vida terrena del insigne mártir mientras su alma volaba a Dios.
Murió teniendo 25 años de edad.