Santo Domingo Savio, por María García de Fleury
Por: María García de Fleury
La iglesia celebra el 6 de Marzo como la fiesta de Domingo Savio, el más joven no mártir en ser declarado Santo en la iglesia. El ejemplo de Domingo enseña que no importa la edad que tengamos, podemos servir al señor en pequeñas cosas de todos los días y hacernos santos.
Era el mayor de cinco hijos de una familia muy pobre de Riva del Piamonte, le encantaba ir a misa, iba tan temprano que en ocasiones tenía que esperar y se ponía de rodillas frente a la puerta esperando a que el sacristán abriera. El primer día que Domingo Savio se confesó, antes de hacerlo se fue a casa de su mamá y le pidió perdón por todos los disgustos que le había provocado por sus defectos infantiles, el día de su primera comunión redactó un propósito que ahora es famoso y en el que dejaba clara su postura donde decía: «prefiero morir antes que pecar».
San Juan Bosco, el fundador de Los salesianos, tuvo un primer encuentro con Domingo Savio cuando domingo tenia doce años y le pidió: «Por favor, Don Bosco, admítame en su escuela, yo quiero estudiar», pero antes de tomar una decisión Don Bosco le dijo: «Toma, léete este libro y apréndete un capítulo entero». Domingo Savio se lo aprendió completico y regresó donde Don Bosco, le recitó el capítulo completo y el pequeño fue aceptado en la escuela.
Domingo le dijo a Don Bosco: «Usted será el sastre, y yo seré el paño, y juntos vamos a hacer un buen traje de santidad para obsequiárselo a nuestro señor», su anhelo siempre era llegar a Dios. Era un joven obediente a su director espiritual y el propio Don Bosco asegura que de no haber escuchado los consejos, jamás habría sido santo. También se le atribuye el haber repartido paz entre dos amigos que estaban a punto de pelearse a pedradas. Hasta la mamá de Don Bosco, Margarita, lo reconocía como el más alegre y piadoso entre todos los alumnos de los salesianos.
Estaba siempre dispuesto a ayudar a todos y en todo, ninguno iguala en virtud y en santidad a Domingo Savio, decía doña Margarita, pero hay cinco frases de Domingo Savio por las cuales él vivía y que lo describen:
La primera es «prefiero morir antes que pecar», la segunda «las personas de carácter saben callar», tercera «demostramos la santidad estando siempre alegres», cuarta «quien agradece un beneficio, merece que se le concedan muchos más», y quinta «me confesaré a menudo y comulgaré tan frecuentemente como mi confesor me lo permita.
Le faltaban unos días para cumplir los 15 años cuando Domingo Savio comenzó a toser mucho, los médicos le recomendaron que dejara la escuela, y San Juan Bosco, de carácter feliz, nunca había estado tan triste como entonces. Cuando estaba viendo que su mejor alumno debía abandonar el centro contrató a médicos y especialistas para que lo evaluaran, y les decía. «El alma de este muchacho tiene unos deseos tan grandes de irse con Dios que su débil cuerpo ya no es capaz de contenerlas, este jovencito se va a morir de amor a Dios».
Efectivamente amigos, el 9 de marzo de 1957 no había llegado a los 15 años cuando falleció contento, feliz de encontrarse con su amado Dios, porque él sabía que con Dios ¡siempre ganamos!
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