Santa Teresa de Jesús, doctora de la Iglesia
Por: María García de Fleury
El 27 de septiembre del 2020 se cumplieron 50 años de la proclamación de Santa Teresa de Jesús como doctora de la Iglesia, una de las grandes maestras de la espiritualidad de todos los tiempos. Es la primera doctora de la Iglesia nombrada por el papa Pablo VI, el 27 de septiembre de 1970, y esto le ha dado gran fortaleza a su mensaje espiritual.
La celebración del cuarto centenario de su muerte en 1982 puso en relieve que el mensaje de Santa Teresa de Jesús sigue estando de gran actualidad tanto en la iglesia como en el mundo. Para celebrar los 50 años de su doctorado entre los días 12 y 15 de abril de 2021, se celebró el congreso internacional llamado “Una mujer excepcional, 50 años del doctorado de Santa Teresa de Jesús”.
Teresa de Jesús fue monja del convento de las carmelitas que dentro del Carmelo realizó una reforma y fundó a las carmelitas descalzas. Fue una monja inquieta, andariega, que recorrió gran parte de la geografía de España, desde Castillas a Andalucía, soportando calores, inclemencia, fundando pequeños monasterios que ella llamaba palomarcitos de la virgen.
El mensaje de Santa Teresa de Jesús para el mundo es su misma persona, no es un mensaje teórico ni conceptual, es un mensaje que afecta lo más profundo de la vida de la persona humana, pues es su relación con Dios y su actitud interior, es un mensaje vivo para la vida, es el mensaje de su propia experiencia mística.
En uno de sus libros llamado “El castillo interior”, y en su autobiografía también, deja un retrato fiel de sí misma con las luces y sombras de su experiencia mística que cambiaron el giro de su existencia y transformaron su personalidad. En los libros se encuentra la pedagogía espiritual que desarrolló producto de sus experiencias místicas de unión con Dios y que al leerlas y meditarlas se palpan como de gran actualidad para el momento histórico en que estamos viviendo.
Su vida está llena de anécdotas ingeniosas, edificantes, de una vida de servicio a la Iglesia y de conocimiento de la doctrina de Cristo, todo esto la hace cercana y permite que le hable a la humanidad del siglo XXI.
Santa Teresa brinda esa oxigenación de aire limpio para nuestras almas que están contaminadas al enseñarnos a comunicarnos con Dios descubriéndolo hasta en las ollas de la cocina, donde incluso allí era capaz de lograr un recogimiento interior en su oración.
Vivió siempre bajo el amparo de Santa María y de San José, y difundió la devoción al niño Jesús, su espíritu está vivo en todas esas personas que buscan la intimidad con Dios en la vida de oración. Ella decía que orar es tratar de amistad con quien sabemos nos ama.
El sello de la vida de Santa Teresa es su espíritu de oración, de comunicación con los demás. Las religiosas carmelitas, las hijas de Santa Teresa, son el testimonio viviente de que cada vez que se quiere se puede. Ella decía que orar es tratar de amistad con quien sabemos nos ama.
El sello de la vida de Santa Teresa es su espíritu de oración, de comunicación con Dios las religiosas carmelitas, las hijas de Santa Teresa, son el testimonio viviente de la oración teresiana, teologal y afectiva, con un mensaje perenne que conduce hacia el evangelio que es la palabra de Dios y con Dios ¡siempre ganamos!
