Santa Mónica, patrona de las madres, por María García de Fleury
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Mónica nació en el siglo IV y es reconocida cómo la santa patrona de las madres su fe y dedicación a la maternidad jugaron un papel fundamental en la formación espiritual de uno de los filósofos más brillantes, de uno de los santos más conocidos de todos los tiempos ¿saben quién es? San Agustín.
Después de la muerte prematura de su esposo, Santa Mónica dedicó su vida a criar a sus hijos; cómo madre de tres hijos perseveró ante muchas dificultades su mayor deseo era que sus hijos siguieran a Cristo. Agustín su hijo mayor desde niño demostró ser bastante difícil lo que le causó mucho dolor a Mónica, y como adulto joven no se interesó por el cristianismo sino todo lo contrario, pero Santa Mónica nunca dejó de rezar por su alma eterna a pesar de las circunstancias.
En una ocasión en particular cuando Mónica estaba discutiendo el asunto con un sacerdote él le dijo: «permanece fiel en tus oraciones porque no es posible que el hijo de tantas lágrimas perezca».
En efecto fue así, después de muchos años de oración Santa Mónica vio finalmente a su hijo entregar su vida al servicio de Dios. fue conocido como un ferviente hombre de Dios a pesar de haberle costado muchos años de estudios e indagación para llegar a la verdad.
Sin duda su conversión fue un testamento al poder de la oración de su mamá. San Agustín declaró que la resilencia y la dedicación de la oración de su madre fue lo que lo llevó a convertirse en un verdadero hombre de Dios, y es más agregó que su mamá era la fuente de su cristianismo.
El mismo Agustín dijo que su madre lo dio a luz dos veces, la segunda vez requirió un largo trabajo espiritual de oraciones y lágrimas pero finalmente fue coronado por la alegría de verlo no solamente abrazar la fe y recibir el bautismo, sino dedicarse sin reserva al camino de Cristo.
Santa Mónica falleció en el año 387 después de Cristo poco después del bautismo de Agustín, su legado sirve como un recordatorio para que siempre oremos por nuestros hijos y por aquellos que aún no conocen a Cristo. Mónica y Agustín invitan a dirigir con confianza a la virgen María qué es el trono de la sabiduría.
Mónica es un modelo de piedad cristiana porque practicó las virtudes bíblicas de la oración persistente, la fe segura, el servicio humilde de servir a los demás. Ella es modelo de lo que una mamá puede hacer por sus hijos a través de la dulzura, el acompañamiento y sobretodo la oración.
Muchas madres y esposas se han encomendado a Santa Mónica para que les ayude a convertir a sus esposos e hijos, existe una famosa congregación llamada las Mónica cuyo único sentido es rezar por sus hijos para que Dios los proteja y lleven el camino del bien.
Encomendémonos amigos a la madre de Dios, encomendémosle a todos los padres y madres para que como Mónica acompañemos con el ejemplo y la oración el camino de nuestros hijos. Eencomendemos a los jóvenes a la madre de Dios para que como Agustín busquen siempre la plenitud de la verdad y del amor en Cristo.
