Santa Ángela Merici y las Ursulinas, por María García de Fleury
Por: María García de Fleury
Santa Ángela Merici nació en Dezensano, Italia, alrededor de 1474, era hija de una piadosa familia campesina de clase media, es la pionera fundadora de la orden de Santa Úrsula en 1535, vivió en una época con muchos elementos parecidos a los que vivimos actualmente; tiempos de guerra, violencia, lucha civil, época de gran progreso en la ciencia, viajes, artes, agricultura, un tiempo de gran santidad pero también de gran corrupción, un tiempo de reforma de la iglesia y de opresión y escándalos dentro de la iglesia
Ángela, producto de ese tiempo, permitió continuamente que el Espíritu Santo transformara su vida, vivió la mayor parte de su vida en Brescia, en el norte de Italia. Se hizo conocida por su servicio a los desplazados, los pobres, los huérfanos, los enfermos, especialmente las mujeres y por la cantidad de buenos consejos que daba. Santa Ángela vio a las mujeres como importantes agentes de cambio en un mundo que anhelaba el amor la unidad y la armonía.
Todavía adolescente, Ángela recibió una visión instruyéndola a formar una compañía de mujeres para promover la obra de Dios; el 25 de noviembre de 1535 Ángela y 28 jóvenes formaron la compañía de Santa Úrsula, la idea era que los miembros vivieran en sus propias casas o con uno o dos miembros más de la empresa, debían ser mujeres de oración y virtud, con unas reglas simples y tenían que ser líderes espirituales ante quienes serían responsables y quienes las fortalecerían y dirigirían.
Después de la muerte de Ángela, el 27 de enero de 1540, la compañía Santa Úrsula se extendió rápidamente en Francia, Alemania, Bélgica, Holanda, Suiza, Canadá, los Estados Unidos, Venezuela y Perú.
Hoy miles de hermanas ursulinas trabajan para proclamar las buenas nuevas de Jesucristo en 6 continentes en escuelas y en ministerios para los pobres y oprimidos, viven la tradición de “yo serviré”, establecida por Santa Ángela en su servicio a los necesitados en medio de un ambiente de amor y respeto cristiano.
La educación ursulina trasciende siglos y continentes, llevando la tradición de mujeres fuertes, llenas de fe, formadas para servir a la comunidad y al mundo.
Las hermanas ursulinas son mujeres modernas que continúan la tradición de Santa Ángela, son mujeres que profesan votos de pobreza, castidad y obediencia, son mujeres que llevan el evangelio de Jesús a todos, actuando como agentes de paz a través de la justicia en todas las relaciones, hacia todos los pueblos y culturas.
Ángela Merici escogió como la patrona de su fundación a Santa Úrsula, una joven que junto a sus 11 amigas murieron defendiendo su virginidad, por eso se les llama ursulinas, están en 36 países del mundo educando jóvenes en las escuelas, trabajando en las parroquias con los pobres, los marginados, realizando retiros y atendiendo el cuidado pastoral.
Viviendo su ideal “serviam”, “yo serviré”, buscan llevar a todos los que puedan hacia Dios, convencidas de que con Dios ¡siempre ganamos!